La propuesta programática presidencial de Fernando Atria

El pasado 26 de noviembre ante el Comité Central del  Partido Socialista el abogado y profesor universitario Fernando Atria, precandidato presidencial por dicho partido en representación de la Izquierda Socialista, hizo presentación de su propuesta programática. Las ideas centrales planteadas fuero: destacar que nos encontramos en una encrucijada nacional entre profundizar o revocar las reformas propuestas por el actual gobierno de la Nueva Mayoría,  marcando el carácter anti neoliberal que estas deben tener, para lo cual se propone  la redistribución del poder político mediante una Asamblea Constituyente, también es necesario  pasar de la igualdad política a la equidad económica y social de todas y todos los chilenos, además, para esto se debe  terminar con el modelo  de desarrollo nacional extractivista y rentista e instaurar la industrialización del país.  A continuación se entrega una edición de textos seleccionados de esa exposición a la cual solo se le han antepuesto  algunos sub títulos de referencia.

[La  coyuntura histórica]

“Para el presente más inmediato, la primera cuestión es asumir sin ambigüedades una posición en la disyuntiva fundamental que enfrentará el país en la próxima elección. Ella se refiere a la significación política [de] lo que ya se vislumbra como el legado de este gobierno. ¿Ha sido un modo imperfecto de iniciar un camino correcto de transformaciones estructurales, o ha sido un camino errado, un paréntesis que debe ser cerrado para volver a formas de gobierno y de gobernabilidad propias del periodo transicional?”

“El Partido Socialista no puede ignorar la decisiva coyuntura histórica de 2017. Tiene que hacerlo con una precandidatura propia, con un Programa y con un mecanismo que abra nuevamente sus puertas a la sociedad chilena y al pueblo socialista”.

[El carácter del Programa Socialista]

“El programa del Partido Socialista debe ser inequívocamente antineoliberal. Sin complejos. No debemos inhibirnos ni temer a una confrontación ideológica con el neoliberalismo. Lo que la sociedad y el pueblo espera del partido no es contemporizar ni hacer las paces con el neoliberalismo sino confrontarlo con decisión. No saldremos fácil ni rápidamente del neoliberalismo, de sus lógicas e instituciones, pero los próximos 4 años deben ser claves en la construcción progresiva de un modelo económico, social y cultural alternativo. Esa debe ser la orientación estratégica de los y las socialistas chilenos en la próxima etapa histórica”.

[Los Ejes Programáticos]

“En primer lugar, Chile necesita una Nueva Constitución Política, elaborada por una Asamblea Constituyente”.

 

 

[La nueva constitución tiene que redistribuir el poder no concentrarlo]

“La nueva constitución no es solo un nuevo conjunto de reglas constitucionales: es una nueva política, una política legitimada porque supone una genuina transferencia de poder hacia la ciudadanía, hacia el pueblo de Chile. Esta transferencia de poder debe manifestarse en el mecanismo mismo de cambio constitucional pero también en una institucionalidad diseñada para dar poder, y no neutralizar, la política democrática. Parte ineludible de esta nueva política habrá de ser el reconocimiento de nuestra realidad multicultural y diversa. Este reconocimiento no puede ser solo una cuestión de palabras: implica una regionalización profunda y efectiva, una regionalización que sea asumida no como una cuestión administrativa sino como una cuestión de descentralizar el poder político”.

[De la igualdad política a la equidad económica y social]

“En segundo lugar, debemos continuar la instalación de una noción de derechos sociales universales que dé contenido a la ciudadanía, de modo que la igualdad que nos caracteriza en tanto ciudadanos sea algo más que el igual derecho formal a votar y ser elegido y se proyecte a la educación, a la salud, a la seguridad social, a la distribución del poder en la empresa, a las relaciones entre hombres y mujeres”.

[Del modelo extractivista a la industrialización nacional]

“El tercer eje es la superación del actual modelo extractivista y rentista por un modelo en que el Estado asume una función de guía y orientación, mediante una política industrial moderna y vigorosa. Sabemos que este, por lo demás, ha sido el camino de todos los países que han llegado al desarrollo sin recurrir a la explotación colonial”.

 

Edición: Ibán de Rementería, diciembre 2016/ Fotografía: Sergio Larrain

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