por Luis Thielemann//
En un escrito anterior se propuso que las diferencias en el amplio campo de la izquierda y el progresismo seguirían sucediendo, especialmente entre el PC y el Frente Amplio. Esto se ha confirmado, pero en una forma bastante triste, entre titulares vacíos y andanadas de ciento-cuarenta-caracteres. Poco contenido. De un lado las acusaciones de infantilismo o inmadurez hacia el Frente Amplio. Del otro, purgas e inquisiciones a quien exhiba cualquier cercanía con el viejo orden. Episodios recientes han tenido que ver con el elitismo del Frente Amplio, con su estrechez política y social, así como también moral. El problema, por fin, se acerca a las cuestiones fundamentales, en este caso, la cuestión de clase, que se nos presenta como el carácter social de una fuerza política. Ante eso cabe preguntarse, sin negar domicilio, pero siendo leales a la crítica ¿cómo se define el carácter social de una fuerza política como para hacer la crítica que se hace y llegar a conclusiones útiles? Y trabajando dicha pregunta sobre la historia concreta de la izquierda chilena, ¿cómo se sostuvo el carácter social obrero y popular del siglo XX que tuvo la izquierda chilena, especialmente el Partido Comunista y el Partido Socialista, y cómo se perdió en las últimas cuatro décadas?
Leer más