Editorial: Forjar la izquierda en la lucha obrera

Vivimos, desde hace un par de meses, una explosión de candidatos presidenciales. A este ritmo, de verificarse efectivamente estas candidaturas, las próximas elecciones presidenciales podrían llegar a realizarse a diez bandas. Inédito y expresivo de la decadencia y crisis del régimen en nuestro país.

Sin embargo, estas candidaturas son –además- un intento de la burguesía de conducir todo el proceso de movilizaciones a la arena electoral, que es donde ellos pueden ejercer su control, institucionalizando los conflictos, sometiéndolos a la legalidad y jurisdicción de los patrones.

La izquierda no puede equivocarse. Es imprescindible poner en el centro del debate la actividad de las masas. Vivimos una situación de ascenso desde más de cinco años y aunque los trabajadores hemos sufrido derrotas (como la reciente de la ANEF), el movimiento no ha sido aplastado y en su desarrollo se está gestando un amplio campo de organizaciones y referentes de las cuales estamos seguros, habrá de surgir una nueva dirección política de izquierda que sepulte a las tradicionales entregadas, como están, al régimen burgués.

En esta línea, la derrota del PC en el Colegio de Profesores nada tiene que ver con el anticomunismo, porque no significa un avance de la derecha en el gremio. Por el contrario, lo que esta derrota histórica revela es que al PC le está ocurriendo lo mismo que la DC y al PS en los 90: pagan el precio de integrar un gobierno patronal, así de simple. Y lo que ocurre en profesores se replica en amplios sectores y de seguro en las próximas de la ANEF, 23 años encabezada por el socialista de la Puente, tendremos resultados similares.

Se atribuye a Brecht la frase de que “la crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer”. Esto es lo que ocurre hoy día en el seno de la izquierda. Un sector importante de militantes siguen atrapados en las redes del PC y el PS, de seguro muchos de ellos –críticos de sus direcciones amarillas- tienen la expectativa de que la crisis por sí sola resuelva el problema, lleguen los trabajadores en masa a tocar su puerta, se revitalicen sus organizaciones y se abra la oportunidad para recuperar a sus organizaciones para lucha revolucionaria. Pero esto no va a ocurrir, por el contrario, la dinámica social indica que la marea pasará por sobre lo viejo, lo barrerá –como lo está haciendo- y en un campo renovado se dirimirá la reconfiguración de la izquierda.

Hoy cumplen 19 días de huelga los compañeros de Homecenter-Sodimac, una huelga heroica, de alcance nacional que enfrenta al grupo económico Falabella. La fuerza de este movimiento a llegado a convocar el apoyo de Boric, Jackson, la Vallejo e inclusive al senador Navarro. Los piratas de la SOFOFA y la CPC han puesto el grito en el cielo advirtiendo la inconstitucionalidad de tal apoyo. Los antagonismos de clase se agudizan, la patronal endurece su posición y los trabajadores hacen lo propio ocupando las calles y garantizando el cierre de los locales incluso cuando éstos integran centros comerciales mayores.

Esta es la arena en que se debe forjar la nueva izquierda que el momento político nos reclama: la de la lucha de clases, la de la movilización y la acción directa.

Los trabajadores en distintos sectores están saliendo a la lucha y están –generalizadamente- superando a sus viejas direcciones burocráticas, de este proceso resultará la recuperación de la CUT o la formación de una nueva central clasista y de lucha. El movimiento No+AFP se desarrolla y afirma su programa. En Valparaíso el Pacto La Matriz comienza a desarrollarse como un vasto movimiento asambleario. Debemos dar respuesta a estos problemas, los verdaderos problemas de los trabajadores, desde este terreno debe desarrollarse la izquierda. No nos vengan con candidatos, no van a embolinarnos la perdiz.

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