¡La Línea de Colaboración de Clases Fue un Desastre!

por Nahuel Moreno//

En diciembre de 1973 se realizó el Primer Congreso Nacional del PST (Partido Socialista de los Trabajadores). En su intervención final, reproducida en Avanzada Socialista, decía Nahuel Moreno*:

“La tremenda derrota del proletariado chileno estuvo presente; de hecho, presidió el Congreso. Estuvo presente en tres sentidos:

“Primero, porque nos planteó -y nuestro Congreso supo responder que frente a una derrota de clase contra clase, se plantea el frente único. Acá tenemos que estar todos unidos para defender a los mártires de la siniestra dictadura gorila chilena, sean de la posición que sean, centristas, oportunistas, de derecha. Acá no hay peros; nosotros los trotskistas llamamos a un solo frente único de repudio a la dictadura gorila y defensa de los luchadores chilenos sin ningún tipo de sectarismo…

“Pero hay dos aspectos más: con Chile tenemos la prueba de cuál línea es la correcta. El stalinismo, desde 1935, viene insistiendo en que la solución de todos los problemas del mundo se van a dar a través de «frentes populares». A escala internacional, a esto lo llaman «coexistencia pacífica»; a escala de cada país, los «frentes populares». Es decir, la unidad con las burguesías «progresistas» y los militares «progresistas». […]

“Y después de tantos años de hablar, el reformismo y el stalinismo mundial dijeron: «acá tienen el ejemplo»; «Chile es el ejemplo, ésta es la vía pacífica». Este es el ejemplo más categórico de que se puede unir un partido obrero con la burguesía «progresista» y «llegar al socialismo poquito a poquito, con mucha paciencia, sin destruir al estado burgués ni al aparato militar del régimen, sin ofender los unos a los otros». […]

“Y el trotskismo -prosiguió el compañero Nahuel- desde que surge viene combatiendo esa concepción del «frente popular». Los trotskistas vaticinamos que la «vía pacífica» del «frente popular» que se estaba aplicando en Chile iba a llevar a la vía violenta del fascismo y de la reacción pro imperialista. […] Y ese era el principio fundamental del trotskismo, que el stalinismo, todos los reformistas o el nacionalismo burgués niegan completamente.

«Entonces, todo el movimiento de izquierda mundial estuvo pendiente de esa experiencia chilena. […] Tenemos nuestros muertos… aunque fueran stalinistas, son nuestros muertos… ¡porque ese obrero stalinista muerto está gritando que la línea de colaboración de clases fue un desastre!

“Ante esta derrota del proletariado chileno, con Rosa Luxemburgo decimos: es una gran derrota, pero el camino de los trabajadores está plagado de derrotas que tienen un solo fin: ¡el triunfo de la revolución socialista! Es decir, compañeros que, en su tercer aspecto, la experiencia chilena que presidió este congreso, confirmó total y absolutamente las premisas, la política, el programa, la teoría de la revolución permanente y de nuestro movimiento mundial; confirmó la necesidad del partido y la Internacional.” […]

 

* Véase Chile: la derrota de la “vía pacífica al socialismo”, Ediciones El Socialista, 2013, pág. 244 a 247.

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