por Daniel Gaido
La corriente liderada por Nahuel Moreno (Hugo Bressano) se caracterizó históricamente por una serie de violentos zigzags que marcaron su adaptación a diferentes coyunturas políticas, desde su gorilismo inicial a su entrismo dentro del peronismo, desde su rechazo a la revolución cubana porque consideraban a Fulgencio Batista1 “un Perón caribeño” hasta su coqueteo con el foquismo, y desde su respaldo al tercer gobierno de Perón en el marco del Bloque de los 82, a su adaptación al democratismo alfonsinista en los años 80. Esta línea política cambiante se vio reflejada en los sucesivos cambios de nombre de la organización morenista: Grupo Obrero Marxista (GOM: 1944-1949), Partido Obrero Revolucionario (POR: 1949-1953), Federación Bonaerense del Partido Socialista de la Revolución Nacional (PSRN: 1953-1956, fue una colectora de votos del peronismo), Movimiento de Agrupaciones Obreras (MAO: 1956), Palabra Obrera (1957-1964: entrismo en el peronismo), Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT: 1964-1968, producto de la unión de Palabra Obrera con el FRIP, la organización de Santucho), PRT “La Verdad” (1968-1972, luego de la ruptura con Mario Roberto Santucho), Partido Socialista de los Trabajadores (PST: 1972-1982), Movimiento al Socialismo (MAS: 1982-1988/1991), el cual finalmente se dividió en más de una veintena de grupos, cuando su teorización de una “revolución democrática” se dio de bruces con la realidad de la contrarrevolución democrática impulsada por el imperialismo desde los Acuerdos de Helsinki (julio-agosto 1975) y en dicho marco, de la restauración del capitalismo en los Estados obreros sometidos al estalinismo.
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