Cuando se desencadena el levantamiento de los generales, el 19 de julio de 1936, no sorprende ni a Trotsky ni a los dirigentes del POUM. El gobierno del Frente Popular, emanación de la mayoría obrero-republicana, llevado al poder por las elecciones de febrero, ni pudo ni quiso comprometerse en la lucha contra los preparativos del complot y del levantamiento, y actuó como fiador de la ”lealtad” – de un ejército que preparaba la contrarrevolución. Pero esta tentativa de contrarrevolución preventiva fracasa frente a la resistencia de los trabajadores, que improvisan en algunas horas el armamento y la resistencia armada: vencen después de encarnizados combates, los marinos en la flota de guerra, los trabajadores en todos los grandes centros de Cataluña, de Asturias – excepto Oviedo, donde se dejan engañar por los dirigentes del Frente Popular – en Levante y en, el mismo Madrid. Al mismo tiempo, los trabajadores crean las organizaciones de su combate: milicias obreras, patrullas de control, comités con diversos nombres que unen a todas las organizaciones obreras y a los que también se unen, de buena o mala gana, los restos de las organizaciones republicanas.
León Trotsky
León Trotsky: «Qué hay detrás de la oferta de Stalin de llegar a un acuerdo con Hitler?»
En los últimos meses, los diarios han publicado bas- tante acerca de negociaciones secretas entre Berlín y Moscú. Se ha rumoreado que, bajo el disfraz de un tratado económico se halla en preparación un acuerdo político e incluso militar. Es difícil determinar todavía qué hay de cierto en estas informaciones. De cualquier manera, existen síntomas inconfundibles que certifican con elocuencia que se ha desarrollado y se desarrolla algún tipo de negociaciones. Sea como fuere, los resultados de esas negociaciones secretas, en este momento, no dependen solamente de la lealtad de Stalin a los principios de la democracia o de la fidelidad de Hitler a las banderas del antimarxismo, sino más bien de la coyuntura internacional. Un acuerdo entre Stalin y Hitler, si es que se logra -y no es imposible que ello ocurra- sólo podría sorprender a los más incura- bles imbéciles que participan en todas las variedades de frentes democráticos o ligas pacifistas.
León Trotsky: «La organización del Ejército Rojo»
Camaradas, estamos presentes en un congreso de una importancia excepcional. Los partidos representados en esta asamblea tienen detrás de sí un gran pasado revolucionario. Sin embargo, en este momento que estamos aprendiendo, y debemos tener éxito en el aprendizaje, cómo construir nuestro propio ejército revolucionario socialista, el cual será lo contrario completo de los regimientos, ahora desmovilizados, que se mantienen unidos por la voluntad de los maestros, el cual introdujo la disciplina obligatoria en ellos. Ante nosotros está la tarea de crear un ejército organizado en el principio de la confianza y la camaradería revolucionaria de labor y orden. Esto es, sin lugar a dudas, una tarea extraordinariamente grande, compleja y difícil. Por cierto, la prensa burguesa escribe mucho acerca nuestro solamente ahora, por fin, entendió que para defender al país se necesita una fuerza armada. Eso es una tontería, por supuesto: que sabía, incluso antes de la Revolución de Octubre, que mientras la lucha de clases continúa entre los explotadores y los trabajadores, de cualquier estado revolucionario debe ser lo suficientemente fuerte como para repeler con éxito la embestida imperialista. La Revolución Rusa, sin precedentes en la fuerza, no podía, por supuesto, mantener el viejo ejército Zarista, en el que se había formado, como un punto fuerte, una disciplina de clase pesada, que estableció un vínculo de obligación entre el soldado y comandante.
León Trotsky: «Sobre el llamado testamento de Lenin»
La época de postguerra trajo consigo una gran difusión de la biografía psicológica1. A menudo los maestros de este arte arrancan de cuajo las raíces que unen a su personaje con su ambiente social. La fuerza motriz fundamental de la historia es atribuida a una abstracción: la personalidad. El comportamiento del animal político –como brillantemente definió Aristóteles al hombre– es reducido a pasiones e instintos personales.
León Trotsky: «Las características del desarrollo de Rusia»
El Capítulo primero de la célebre «Historia de la Revolución Rusa» de Trotsky —que se presenta en este enlace— es una definición general sobre el carácter de la mundial de la revolución socialista, dominada por la dialéctica permanente que permite entender por qué el país más atrasado de Europa ya se encontraba maduro para protagonizar su propia revolución obrera.
Esta cuestión no es en absoluto de interés erudito, sino que marca hasta el día de hoy el centro del debate político en Chile y América Latina. Durante el siglo XX los Frentes Populares y la propia Unidad Popular, descansaron en la premisa de que en nuestro país no estaban las «condiciones» para la toma del poder por los trabajadores. Hoy día mismo, se sigue sosteniendo idéntica monserga que plantea reducir el accionar de la clase trabajadora a la acumulación de fuerza electoral bajo el amparo de la burguesía liberal. Lo que hoy se conoce con cacofonías como antifascismo o antineoliberalismo, la base teórica del gobierno que hoy está instalado en La Moneda.
Así, en el Prólogo de esta obra nos encontramos con varias consideraciones previas sobre la misma: “El rasgo característico más indiscutible de las revoluciones es la intervención directa de las masas en los acontecimientos históricos (…). La historia de las revoluciones es para nosotros, por encima de todo, la historia de la irrupción violenta de las masas en el gobierno de sus propios destinos”. A continuación, sin embargo, precisa: “Las masas no van a la revolución con un plan preconcebido de la sociedad nueva, sino con un sentimiento claro de la imposibilidad de seguir soportando la sociedad vieja”.
Es entonces cuando se puede plantear abiertamente la lucha directa por el poder, tarea en la que se resume definitivamente toda revolución.
El Porteño
El rasgo fundamental y más constante de la historia de Rusia es el carácter rezagado de su desarrollo, con el atraso económico, el primitivismo de las formas sociales y el bajo nivel de cultura que son su obligada consecuencia.
La población de aquellas estepas gigantescas, abiertas a los vientos inclementes del Oriente y a los invasores asiáticos, nació condenada por la naturaleza misma a un gran rezagamiento. La lucha con los pueblos nómadas se prolonga hasta fines del siglo XVII. La lucha con los vientos que arrastran en invierno los hielos y en verano la sequía aún se sigue librando hoy en día. La agricultura -base de todo el desarrollo del país- progresaba de un modo extensivo: en el norte eran talados y quemados los bosques, en el sur se roturaban las estepas vírgenes; Rusia fue tomando posesión de la naturaleza no en profundidad, sino en extensión.
El joven Trotsky: de la pasión por los libros a la Revolución
por Jazmín Jiménez
“Los sucesos de mi vida personal están de tal manera insertos en la trama de los hechos históricos, que es casi imposible arrancarlos de ella”. León Trotsky
El día que junto a Lenin dirigió la toma del Palacio de Invierno en 1917, León Trotsky cumplía 38 años. Parecía reafirmarse esa definición que el gran revolucionario ruso hizo en su autobiografía Mi Vida, al punto que la fecha de su natalicio se insertaba “en la trama de los hechos históricos” y los parias del mundo llegaban al poder en Rusia conducidos por el Partido Bolchevique. Sin embargo, el mismo Trotsky se encargó de afirmar: “El día de mi nacimiento coincide con el de la Revolución de Octubre. Los míticos y los discípulos de Pitágoras pueden sacar las conclusiones que quieran. No me di cuenta de esta curiosa coincidencia hasta tres años después de los días de Octubre.”
León Trotsky: ¿Qué es el nacionalsocialismo?
Los espíritus ingenuos piensan que el título de rey reside en el rey mismo, en su capa de armiño y en su corona, en su carne y en sus huesos. En realidad, el título de rey es una interrelación entre individuos. El rey es rey sólo porque los intereses y prejuicios de millones de personas se reflejan a través de su persona. Cuando el flujo del desarrollo barre esas interrelaciones, el rey parece ser solamente un hombre gastado, con un labio inferior flácido. Aquel que en otro tiempo se llamó Alfonso XIII podría hablarnos sobre esto de sus frescas impresiones.
La Teoría de la Revolución Permanente de Trotsky
por Rolando Astarita
En varias oportunidades me han preguntado qué opino sobre la teoría de la Revolución permanente (TRP) de Trotsky. Mi respuesta es que, si bien reivindico la orientación estratégica de esta teoría, opuesta a las políticas stalinistas y socialdemócratas de subordinación del movimiento obrero a las burguesías “progresistas”, soy crítico de la idea, central en la TRP, de que “la revolución democrática” (autodeterminación nacional, eliminación de relaciones precapitalistas, libertades democráticas) “sólo puede triunfar por medio de la dictadura del proletariado” (tesis 4 de la TRP; véase Trotsky, 1930-1973, p. 168).
La Joven Guardia de Bolcheviques-Leninistas en Rusia honra a Trotsky en el aniversario de su asesinato
El 21 de agosto, la Molodaia Gvardia Bolshevikov-Leninitsev ( Joven Guardia de Bolcheviques-Leninistas, YGBL) celebró reuniones en San Petersburgo y en la ciudad siberiana occidental de Chelyabinsk para conmemorar el 82 aniversario del asesinato de León Trotsky, el colíder, junto con Vladimir Lenin, de la Revolución rusa de 1917. Trotsky fue atacado por un agente estalinista el 20 de agosto de 1940 en su residencia de Coyoacán, México. Murió al día siguiente.
León Trotsky: «¿Puede reemplazar la democracia parlamentaria a los soviets?»
«Si el poder soviético enfrenta dificultades crecientes, si la crisis de dirección de la dictadura se agrava constantemente, si no se puede desechar el peligro del bonapartismo: ¿no seria mejor tomar el camino de la democracia?» Esta pregunta aparece planteada a boca de jarro o constituye el substrato de gran cantidad de artículos dedicados a los acontecimientos recientes de la república soviética.
En memoria de León Trotsky
por Alan Woods
Lev Davidovich Bronstein Trotsky fue, junto con Lenin, uno de los dos grandes marxistas del siglo XX. Dedicó toda su vida a la causa de la clase obrera y del socialismo internacional. ¡Y qué vida! Desde su más temprana juventud -cuando trabajaba por la noche elaborando volantes ilegales para las huelgas, lo que le acarrearía su primer encarcelamiento y el destierro siberiano- hasta agosto de 1940, cuando fue asesinado por un agente de Stalin, trabajó duro e incesantemente por la causa del movimiento revolucionario. Para conmemorar el 72º aniversario de su asesinato, publicamos un largo trabajo biográfico sobre Trotsky escrito por Alan Woods en el año 2000, que mantiene plena su vigencia y actualidad.
A 82 años de su asesinato ¡Memoria eterna a León Trotsky!
de POR-Massas
León Trotsky sufrió un atentado el 20 de agosto de 1940 en su casa de Coyoacán, México. Fue llevado al hospital, pero no resistió, muriendo al día siguiente. El verdugo fue Ramón Mercader del Río, un agente infiltrado de la policía política, el NKVD; el autor intelectual fue Josef Stalin. Mercader logró infiltrarse en el entorno restringido de su víctima mediante un plan urdido desde Moscú. Sedujo a una militante que era hermana de uno de los secretarios de Trotsky, utilizando nombres falsos, Jacques Monard y Frank Jackson. También se acercó a Alfred Rosmer, un militante que había roto con la Cuarta Internacional, pero con el que Trotsky mantenía lazos de amistad. Frecuentando este círculo, Mercader sirvió inicialmente como informante.
Ernest Mandel: «El verdadero testamento de León Trotsky»
Aquellos que no legan nada a la posteridad no corren el riesgo de ver disputarse su herencia. Tan sólo una herencia importante atrae a los falsificadores de testamentos, tanto en las novelas policíacas como en la vida política. El hecho de que durante estos últimos meses los más diversos órganos, desde el Libertaire, anarquista, hasta el vulgar periódico sensacionalista France-Dimanche, hayan presentado documentos burdamente falsificados como si fueran probable o indudablemente el testamento de León Trotsky, significa, ante todo, un testimonio del inmenso capital político que hoy representa la herencia del viejo dirigente revolucionario asesinado.
León Trotsky: «El arte de la insurrección»
Al igual que la guerra, la gente no hace por gusto la revolución. Sin embargo, la diferencia radica en que, en una guerra, el papel decisivo es el de la coacción; en una revolución no hay otra coacción que la de las circunstancias. La revolución se produce cuando no queda ya otro camino. La insurrección, elevándose por encima de la revolución como una cresta en la cadena montañosa de los acontecimientos, no puede ser provocada artificialmente, lo mismo que la revolución en su conjunto. Las masas atacan y retroceden antes de decidirse a dar el último asalto.
León Trotsky: «Los sindicatos en la época de transición»
En la lucha por las reivindicaciones parciales y transitorias, los obreros necesitan, ahora más que nunca, organizaciones de masas, ante todo sindicatos. El auge de los sindicatos en Francia y en los Estados Unidos es la mejor respuesta a las doctrinas ultra-izquierdistas que predicaban que los sindicatos estaban “fuera de época”.
Trotsky se fugó de Siberia en un trineo y lo contó en un libro: aquí, el prólogo de Leonardo Padura
por Leonardo Padura
En 1905, León Trotsky participa de una revolución que será sofocada por el poder zarista y es deportado a Siberia. Tiene 27 años y su destino está más allá del Círculo Polar Ártico. Pero en una de las paradas, el prisionero iniciará la fuga. Las condiciones son extremas: es la estepa siberiana y las temperaturas están por debajo de los 25 grados. Hay pueblos desconocidos, lenguas desconocidas, otras costumbres. Teme todo el tiempo que lo capturen y su cochero no deja de beber.
León Trotsky: ¡Viva el Primero de Mayo! ¡Viva el comunismo! A los trabajadores de todos los países
¡Camaradas!
Hace justo ahora 30 años que fue proclamada la fiesta del 1o de Mayo. En 1890 en el Congreso Socialista Internacional de París, en el momento en que nacía la Segunda Internacional, los obreros de todos los países decidieron festejar el 1o de Mayo como el día de la movilización de las fuerzas proletarias, como el día de la lucha, como el día de la fraternidad universal y de la propaganda socialista. La jornada de trabajo de 8 horas, la acción contra la guerra, la supresión de los ejércitos permanentes, tales eran las consignas de la fiesta del 1o de Mayo hace ahora 30 años.
Trotsky, las democracias capitalistas y la autodeterminación nacional
por Rolando Astarita
A partir de los debates sobre la invasión rusa a Ucrania se planteó el tema de la viabilidad del derecho a la autodeterminación nacional. Es que organizaciones de izquierda, en especial muchas trotskistas, sostienen que la demanda de la autonomía nacional es irrealizable, en tanto subsista el capitalismo. Para ello se inspiran en escritos de Trotsky en los que este planteó que las pequeñas naciones, dada la descomposición del capitalismo monopolista, inevitablemente son marionetas de las potencias (véase, por ejemplo, “Balance de los eventos fineses”, de 1940). Esta afirmación se inscribía en su idea más general de que las reivindicaciones democráticas “serias”, en la época del monopolio, solo se pueden efectivizar enlazando con la revolución socialista. En lo que sigue examinamos críticamente esta tesis.
Acerca de la nota del PTR: «Autodefensa y huelga general en la rebelión de 2019» 
por Antonio Bórmida
En las novelas policiales se dice que el asesino vuelve a la escena del crimen. A veces solo para satisfacer su morbo. Otras, para modificar en la escena alguna prueba que lo pueda incriminar. Quizás este último sea el caso del PTR al publicar esta nota, en la que transcurridos dos años intenta elaborar un relato, para hacer creer a los lectores que su política frente al levantamiento de octubre fue “revolucionaria”.
Stalin: la muerte de un contrarrevolucionario
por Alan Woods
“La revolución acaba con la mentira social. La revolución es la verdad. Comienza llamando a las cosas por su nombre […] Pero la revolución en sí misma no es un proceso integral y armonioso. Está lleno de contradicciones […] La propia revolución crea un nuevo estrato dominante que busca consolidar su posición privilegiada y es propenso a verse, no como un instrumento histórico transitorio, sino como la conclusión y la coronación de la historia”.
(Trotsky. La revolución desfigurada: la escuela falsificación estalinista)
Hace cincuenta años que el mundo escuchó la noticia de la muerte de Stalin. Durante décadas, la maquinaria estalinista de propaganda alentó continuamente el mito de Stalin, lo presentó como “el Lenin actual”, quien, supuestamente, había dirigido el Partido Bolchevique junto a Lenin. Pero todo esto, simplemente, era algo fabricado con la intención de justificar la usurpación del poder por un tirano que destruyó el partido de Lenin, liquidó las conquistas políticas de Octubre y destruyó la Internacional Comunista.
Alan Woods: «La última lucha de Lenin»
En el último periodo activo de su vida, Lenin estuvo absorbido principalmente por los problemas de la economía soviética bajo la Nueva Política Económica. En 1921, bajo la presión de los millones de pequeños propietarios campesinos, el Estado obrero se había visto obligado a desviarse de la senda de la planificación e industrialización socialista con el fin de conseguir grano para los hambrientos trabajadores de las ciudades. La vieja práctica de la Guerra Civil de requisar el grano tuvo que ser abandonada para aplacar a los campesinos, cuyo apoyo era necesario para que el estado obrero no sucumbiera ante la reacción. Se restableció un mercado libre de cereales y se hicieron concesiones a los campesinos y pequeños comerciantes mientras que las principales palancas del poder económico (bancos e industrias pesadas nacionalizadas y el monopolio estatal del comercio exterior) siguieron en manos del Estado obrero.
León Trotsky: «Formación de las Fuerzas Armadas rojas»
Una comparación se ha impuesto en el curso de los debates: la analogía existente entre la construcción del Ejército Rojo y la del ejército ruso durante el primer período de la Gran Guerra Septentrional. Justamente hace poco tuve ocasión de leer algunos libros dedicados a ese período, y la similitud no dejó de sorprenderme. Es dable observarla mediante la comparación de las primeras fases de un proceso parecido. Pedro el Grande renovó íntegramente el ejército, o poco menos. También nosotros. En el enfoque mismo de la construcción se intentaron algunas racionalizaciones y se ensayaron algunas tentativas para organizar de manera inteligente el ejército, sin seguir tan solo la tradición. He ahí una primera semejanza. No siempre el éxito coronó aquellas tentativas, y por una y otra parte se cometieron graves errores.
Trotsky, el arte y la revolución
por Mario Goloboff
El grupo de revolucionarios que encabezó la toma del poder en Rusia en 1917 valoraba especialmente el arte y la literatura y el pensamiento teórico sobre las mismas, y les asignaba funciones importantes en la construcción de la nueva sociedad. Por sus lecturas, por su formación cultural, estética y literaria, por sus relaciones con el mundo artístico, León Trotsky tenía, como en casi todos los dominios de la realidad que quería transformar, ideas propias, originales y bien personales sobre arte y literatura. Tanta importancia daba a la materia que, para él, uno de los escollos fundamentales en el campo ideológico lo constituía un saber, escuela o movimiento que venía del campo específico de las letras y al que consideraba, más que a cualquier otra teoría filosófica o económica burguesa, enemigo fundamental en el terreno de las ideas: el formalismo. Escribía en los tempranos ’20: “Dejando de lado el débil eco de los sistemas ideológicos prerrevolucionarios, la única teoría que en Rusia se ha opuesto al marxismo es la teoría formalista del arte”.
León Trotsky: «La inevitabilidad del socialismo»
“Conforme disminuye progresivamente el número de magnates capitalistas [dice Marx] que usurpan y monopolizan este proceso de transformación, crece la masa de la miseria, de la opresión, de la esclavización, de la degeneración, de la explotación; pero crece también la rebeldía de la clase obrera, cada vez más numerosa y más disciplinada, más unida y más organizada por el mecanismo del mismo proceso capitalista de producción. […] La centralización de los medios de producción y la socialización del trabajo llegan a un punto en que se hacen incompatibles con su envoltura capitalista. Ésta salta hecha añicos. Ha sonado la hora final de la propiedad privada capitalista. Los expropiadores son expropiados.”29 Es la revolución socialista. Para Marx, el problema de reconstruir la sociedad no surgía de alguna prescripción motivada por sus predilecciones personales; era una consecuencia, una necesidad histórica rigurosa, de la creciente madurez de las fuerzas productivas, por una parte, y de la ulterior imposibilidad de fomentar esas fuerzas bajo el imperio de la ley del valor por un otra parte.
Reflexiones marxistas sobre dialéctica y ajedrez
por David García
Para mis tíos Eugenio y Víctor, que me enseñaron a jugar.
El materialismo dialéctico es una filosofía revolucionaria que afirma que toda la realidad, en sus infinitos niveles, se encuentra en constante cambio, desarrollo y movimiento. Es una filosofía general del movimiento de la realidad en su conjunto: la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. Cada nivel de la realidad contiene sus propias leyes de movimiento específicas, pero que en condiciones determinadas pueden transformarse, en otro tipo de fenómeno. Sostiene que el movimiento se da a través de la tensión de fuerzas opuestas y a través de etapas sucesivas y progresivas. La realidad es siempre concreta o es una síntesis específica de múltiples determinaciones.
León Trotsky y el antifascismo: «El frente único defensivo (carta a un obrero socialdemócrata)»
Este folleto se dirige a los obreros socialdemócratas, aunque el autor pertenezca personalmente a otro partido. Los desacuerdos entre el comunismo y la socialdemocracia han llegado muy lejos. Yo los considero irreconciliables. Sin embargo, el curso de los acontecimientos plantea con frecuencia ante la clase obrera tareas que exigen imperiosamente la acción común de los dos partidos. ¿Es posible una acción semejante? Perfectamente posible, como atestiguan la teoría y la experiencia histórica: todo depende de las condiciones y el carácter de las tareas citadas. Ahora es mucho más fácil emprender una acción conjunta, cuando para el proletariado no se trata de iniciar la ofensiva por lograr nuevos objetivos, sino de defender las posiciones ya conquistadas.
Una discusión marxista sobre el significado de la URSS
por Rolando Astarita
El análisis y caracterización de la naturaleza de la URSS tiene importancia para el debate sobre la transición al socialismo, esto es, el programa para la emancipación de la clase obrera, así como para la crítica ideológica y política del capitalismo. A grandes rasgos podemos decir que hubo cuatro interpretaciones principales de qué fue la URSS:
Trilla y Trotsky, una historia del comunismo español
por Jorge Martin
El libro de Trotsky Terrorismo y comunismo (una respuesta a los ataques de Kautsky a la revolución rusa, escrito en 1920) fue traducida por Gabriel León Trilla, fundador del primer PCE en 1920. Esta es la edición que posteriomrnete Júcar republicaría en 1977. Eso no tiene nada de extraño, ya que en aquél momento Trotsky era una figura dirigente de la Internacioinal Comunista y todavía el estalinismo no se había apoderado de la URSS y reescrito la historia. La traducción la hizo probablemente del francés o del inglés, ya que en aquél entonces todavía no hablaba ruso.
León Trotsky: «La inflación en la Unión Soviética»
La historia del sistema monetario soviético es, al mismo tiempo que la de las dificultades económicas, la de los éxitos y de los fracasos, la de los zigzags del pensamiento burocrático.
La restauración del rublo en 1922-24, en conexión con el paso a la NEP, está indisolublemente ligada a la restauración de las “normas del derecho burgués” en el terreno del reparto de los artículos de consumo. Cuando el Gobierno se inclinaba en favor del cultivador, el chervonets fue objeto de sus atenciones. Por el contrario, todas las esclusas de la inflación fueron abiertas durante el primer periodo quinquenal. De 700 millones de rublos a comienzos de 1925, la suma total de las emisiones pasó, a comienzos de 1928, a la cifra relativamente modesta de 1.700 millones que casi igualó a la circulación de papel moneda del Imperio en vísperas de la guerra, pero evidentemente sin la antigua base metálica. Más tarde, la curva de la inflación da de año en año estos saltos febriles: 2.000, 2.800, 4.300, 5.500, 8.400. La última cifra, 8.400 millones de rublos, se alcanzó al comenzar el año de 1933. En este punto comienzan años de reflexión y de retirada: 6.690, 7.700, 7.900 (1935).
Prefacio a la edición en turco de León Trotsky y el desarrollo del marxismo
por David North
El siguiente es el prefacio escrito por David North a una nueva traducción al turco del ensayo de North León Trotsky y el desarrollo del marxismo, escrito en 1982 para conmemorar el quinto aniversario del asesinato político de Tom Henehan. North es el director del Panel Editorial Internacional del World Socialist Web Site y director nacional del Partido Socialista por la Igualdad (EE.UU.).
El ensayo está disponible en inglés en Mehring Books. También están disponibles en Mehring Books los comentarios de David North para conmemorar el vigésimo aniversario del asesinato de Henehan, ‘Un homenaje a Tom Henehan: 1951-1977‘.
Pierre Broué: España 1931-1939, la revolución perdida
Advertencia
La historia de los primeros arios de la revolución española, a partir de la caída de la monarquía, ha estado enmascarada por la guerra civil, y ésta, a su vez, Por la Segunda Guerra Mundial, de la que constituye el prólogo y la repetición general.
Tras haber dedicado, junto con Émile Témime, una obra a La Revolución y la guerra de España, de la cual pensamos que, a pesar de la publicación de otras obras de calidad, no ha perdido vigencia desde su primera edición, hemos aceptado con alegría la propuesta de Marc Ferro de hacer para la colección ”Questions d’Histoire” una puesta al día sobre la revolución propiamente dicha a partir de 1931.
El lado oscuro de Neruda: estalinista y como consecuencia de ello, un contrarrevolucionario
por Juan García Brun
En la fotografía, Neruda —junto a Borges, el más grande poeta de la lengua castellana de los últimos doscientos años— firma la primera edición del Canto General, ilustrada por Diego Rivera (al centro) y David Alfaro Siqueiros (a la izquierda), el otro muralista que quiso ejercer de pistolero matando a Trotsky y a quien la cobardía y la borrachera le impidieron cobrar la pieza.
83 años de la fundación de la Cuarta Internacional (3 de septiembre de 1938)
por Atilio De Castro
Tres años antes de la constitución de la IV Internacional, Trotsky sometió a un análisis crítico el VII Congreso de la III Internacional, en el que demostró la completa revisión de las tesis leninistas sobre la guerra imperialista y la política internacional del proletariado. La conclusión de que se trataba de la liquidación programática de la Internacional se confirmó plenamente.
León Trotsky, ¿Adónde va Francia?: «Frente popular y comités de acción» (1935)
El “Frente Popular” es una coalición del proletariado con la burguesía imperialista, representada por el Partido Radical y de otras podredumbres de la misma especie y menor envergadura. La coalición se extiende al terreno parlamentario. En ambos terrenos, el Partido Radical, que conserva toda su libertad de acción, limita brutalmente la libertad de acción del proletariado.
En defensa del trotskismo: contra el centrismo y la insoportable levedad del ser de algunos intelectuales marxistas en Argentina
por Antonio Bórmida
1-Recientemente se han publicado varios artículos de una polémica entre Rolando Astarita (en adelante RA) y Matías Maiello (en adelante MM) dirigente del PTS, en relación al programa de transición. (1) Este es un capítulo más del embate de Astarita contra el P de T, que data desde hace más de 25 años. Ahora ha encontrado una nueva oportunidad para su crítica en la consigna que ha tomado la campaña electoral del PTS, “proponiendo” la reducción de las horas de trabajo.
Los revolucionarios frente al parlamentarismo: Resolución del II Congreso de la Internacional Comunista (17 de julio – 7 de agosto 1920)
I.-La nueva época y el nuevo parlamentarismo
La actitud de los partidos socialistas respecto al parlamentarismo consistió originariamente, en la época de la Primera Internacional, en utilizar el parlamento burgués para la agitación. Se entendía la participación en el parlamento desde el punto de vista del desarrollo de la conciencia de clase, es decir, del despertar de la hostilidad de las clases proletarias contra las clases dirigentes. Esta actitud no se modificó bajo la influencia de una teoría, sino a consecuencia del progreso político, a causa del aumento incesante de las fuerzas productivas y de la extensión de la explotación capitalista, el capitalismo, y con él los Estados parlamentarios, adquirieron una estabilidad duradera. De ahí nacieron tanto la adaptación de la táctica parlamentaria de los partidos socialistas a la acción legislativa “orgánica” de los parlamentos burgueses, como la importancia cada vez mayor de la lucha por introducir reformas en el marco del capitalismo. El programa máximo se transformó en una plataforma destinada a discutir sobre un “objetivo final” alejado. Sobre esta base se desarrolló el arribismo parlamentario, la corrupción, la traición abierta o disimulada a los intereses fundamentales de la clase obrera.
Los orígenes y la actualidad del Frente Único
por Bruno Rodrigues
En su manifiesto de clausura, el IIIer Congreso de la Komintern lanzó la consigna «a las masas». Dirigido «a los comunistas de todo el mundo», el objetivo del manifiesto era incitarlos a ganar influencia sobre las masas proletarias y afirmar que esta era una premisa necesaria para la revolución. Así nació la táctica política que, meses después, fue bautizada como «Frente Único Obrero».
León Trotsky: Una vez más sobre “la crisis del marxismo”
En los buenos viejos tiempos, cuando alguien se refería a la crisis del marxismo, tenía en mente alguna proposición específica de Marx que supuestamente no había resistido la prueba de los hechos: a saber, la teoría de la agudización de la lucha de clases, la llamada “teoría del empobrecimiento” y la del “colapso catastrófico” del capitalismo. Estos tres puntos principales sirvieron de blanco a la burguesía y a la crítica reformista. Hoy en día es simplemente imposible entrar en controversia sobre estos temas. ¿Quién intentará demostrar que las contradicciones sociales no se están agudizando sino suavizando? En Estados Unidos, el señor Ickes, secretario del interior, y otros altos dignatarios están obligados a referirse francamente en sus discursos al hecho de que las “Sesenta Familias” controlan la vida económica de la nación.[1] Por otra parte, el número de desocupados oscila entre los diez millones en épocas de “prosperidad” y los veinte millones en épocas de crisis. Esas líneas de El capital en las que Marx habla de la polarización de la sociedad capitalista, la acumulación de riqueza en uno de los polos y de pobreza en el otro, esas líneas que han sido tachadas de “demagógicas”, demuestran ahora ser simplemente una pintura de la realidad.
Guillermo Lora: «¿Quién era Trotsky?»
¿De dónde vino ese gigante del pensamiento y la acción? Es equivocado el criterio de considerarlo un genio caído del cielo o el resultado exclusivo de sus excepcionales aptitudes individuales. El Trotsky que tanto había contribuido a la comprensión de las tendencias fundamentales del desarrollo ruso, observándose desde lo alto de la cumbre de su pensamiento, se consideraba a sí mismo como el instrumento consciente de la historia. Era el producto, ni duda cabe, de la descomunal lucha revolucionaria en un país atrasado porque permanecían pendientes de cumplimiento importantísimas tareas democráticas -en la Rusia zarista no había ni siquiera república- y, sin embargo, estaba ya presente el proletariado como clase.
El FIT argentino y el programa de transición: ¿política revolucionaria o reformismo burgués?
por Rolando Asatrita
Entre las muchas diferencias que tengo con el FIT, una de las más importantes se refiere a la agitación de las consignas de transición (al socialismo). Dada la relevancia del tema para la izquierda, en esta entrada presento la concepción de Marx y Engels sobre el programa de transición (con alguna observación de Lenin); y en contraste, la concepción trotskista. Para esto último, me baso en referencias a Trotsky y en “La cuestión energética y un planteo socialista”, de Norberto Calducci, publicado en Prensa Obrera el 7 de julio de 2021 (aquí), un escrito representativo del enfoque trotskista en el presente.
80 años de la Operación Barbarroja: la guerra de exterminio nazi contra la URSS
por Peter Schwarz
Hace ochenta años, el 22 de junio de 1941, el ejército alemán invadió la Unión Soviética. Esto dio inicio a una guerra como nunca antes. La barbarie de la Edad Media fue combinada con la tecnología más moderna del siglo veinte.
Marxismo contra «Populismo»: la necesidad de una terminología científica y de clase
por David Rey
El “populismo” se ha situado en el centro del debate político mundial. En cada continente y país no faltan dedos acusadores y voces atronadoras, a derecha e izquierda, señalando a tal partido, dirigente o programa, como “populistas” ¿Qué tiene de particular el llamado “populismo” que genera tantas pasiones? Sobre este tema hay diferentes opiniones en la izquierda. Algunas de las posiciones y corrientes caracterizadas como “populistas” son fácilmente asemejables a movimientos y grupos existentes en el pasado, otras tienen características novedosas que generan controversia y a las que es preciso someter a un análisis detallado.
Trotsky sin «ismos»
por Andreu Coll
Decía Mark Twain que “un clásico es un libro que la gente elogia pero no lee; un libro, en suma, que todo el mundo quiere haber leído y nadie quiere leer”. En efecto, a menudo tanto seguidores como detractores opinamos con ligereza sobre algunas obras y autores que apenas conocemos. La idea de partida que querría compartir es que, en literatura como en arte, en ciencia como en pensamiento revolucionario, no es el autor o autora quienes hacen al clásico, sino la perennidad de algunas de las ideas, imágenes e intuiciones que nos legan determinados pasajes de su obra y su vida. Esto es, la capacidad de trascender épocas, países y coyunturas y de resultar útil y evocador para gentes de generaciones, culturas y géneros diversos.
León Trotsky: ¿ Qué fue la Revolución Rusa?
Publicamos a continuación la conferencia pronunciada por León Trotsky el 27 de noviembre de 1932 en Copenhague con motivo del decimoquinto aniversario de la revolución de octubre. Invitado por la Asociación de Estudiantes Socialdemócratas, Trotsky pudo dirigirse a un auditorio de cerca de 2.500 personas. La conferencia fue todo un desafío en un momento de fuerte ofensiva del estalinismo contra él y la Oposición de Izquierdas Internacional.
Esta conferencia constituye uno de los análisis más brillantes de Trotsky sobre la Revolución Rusa y sus fuerzas motrices.
Surrealismo y comunismo
por Michel Lequenne
La edición de Tracts surréalistes et déclarations collectives (1922-1969) 1/, cuyo tomo I cubre el período 1922-1939, no es una más entre las innumerables obras dedicadas al tema: es indispensable para quien quiera comprender el movimiento surrealista en relación con la vida literaria, artística y política de la época. En efecto, el volumen contiene no solo la totalidad de textos breves que jalonan incisivamente el andar polimórfico de los surrealistas, la inmensa mayoría imposibles de encontrar desde hace tiempo, sino que las más de 175 páginas de comentarios metódicos de José Pierre proporcionan contexto y vínculo; tomando en cuenta todo, realiza una suerte de historia con menos lagunas que la que puede resultar de la subjetividad de cualquier historiador.
EEUU: las raíces objetivas de la desigualdad social
por Nick Beams
Existe un creciente nerviosismo en los círculos políticos estadounidenses e internacionales sobre las consecuencias explosivas de la desigualdad social cada vez mayor, que ahora se acelera como resultado de los billones de dólares que se entregan a las élites financieras y corporativas gobernantes para garantizar que su acumulación de riqueza pueda continuar sin cesar durante la pandemia de COVID-19.
Trotsky en chile, su influencia en el joven Miguel Enríquez
por Marco Álvarez Vergara
“Las masas no van en la revolución con un plan preconcebido de la nueva sociedad, sino con un sentimiento claro de la imposibilidad de seguir soportando la vieja sociedad”.
León Trotsky, Historia de la Revolución Rusa
Introducción
En El hombre que amaba los perros Leonardo Padura lo describió así: “Saltó como si se hubiera vuelto loco, dio un grito como de loco, el sonido de su grito es una cosa que recordaré toda la vida”[3]. Ese, fue el último grito de León Trotsky antes de morir en el destierro a manos del estalinismo. 80 años han transitado desde aquel cobarde acontecimiento y, a Trotsky, lo han vuelto a matar una y mil veces más. Nunca en la historia de los marxistas, ni siquiera la del propio Marx, un revolucionario ha sido tan profanado por moros y cristianos.
Andreu Nin: los Soviets, su origen, desarrollo y funciones
A partir de esta publicación, desde El Porteño, iniciaremos la difusión de los textos pertinentes al debate marxista sobre la cuestión de los órganos de doble poder. Como explica Nin en esta trabajo, los soviets estaban muy lejos de ser organizaciones parasindicales, que agrupaban productivamente a los trabajadores. Muy por el contrario, pasaron de ser embriones a órganos de poder, en los que se sustentó fundamentalmente la Revolución Rusa. Tal problema requiere ser abordado precisamente para dar respuesta al intenso debate existente hoy en Chile, sobre la naturaleza de las asambleas populares, cabildos y su capacidad de servir de base a una Asamblea Constituyente, y a la misma, como un puente a un Gobierno de Trabajadores.
Sin más, dejamos con ustedes el estado de esta cuestión en 1932, en palabras del revolucionario catalán:
Los orígenes del Programa de Transición en la Internacional Comunista
por Daniel Gaido
En un artículo anterior señalamos que la táctica del frente único, plasmada en las en las “Tesis sobre la unidad del frente proletario” adoptadas por el Cuarto Congreso de la Internacional Comunista (AA.VV. 1973, pp. 191-200), se originó en una iniciativa del líder del KPD Paul Levi conocidos como la “Carta abierta” de la Zentrale del Partido Comunista Unificado de Alemania de 8 de enero 1921 (Gaido 2014). En este artículo mostraremos que el método de demandas transicionales se originó en el Partido Comunista de Alemania (Kommunistische Partei Deutschlands, KPD) en el período inmediatamente posterior a la expulsión de Paul Levi, después de su crítica al putsch conocido como la “Acción de marzo”de 1921 (ver Paul Levi, “Nuestro Camino: contra el putschismo”, en Fernbach 2011, pp. 119-165).
Karl Radek: León Trotsky, el organizador de la victoria
La historia ha preparado a nuestro partido para diferentes tareas. Por más defectuoso que sea nuestro aparato del Estado o nuestra actividad económica, todo el pasado del partido lo ha preparado psicológicamente para la creación de un nuevo orden en la economía y para un nuevo aparato estatal. La historia incluso nos ha preparado para la diplomacia. No hay casi necesidad de mencionar que la política mundial siempre ha interesado a los marxistas. Fueron las negociaciones sin fin con los mencheviques las que perfeccionaron nuestra técnica diplomática y fue durante estas viejas luchas que el camarada Chicherin[27] aprendió a elaborar notas diplomáticas. No hemos hecho más que comenzar a comprender el milagro de la economía. Nuestro aparato del Estado cruje y gime. Sin embargo, en un único terreno hemos logrado un gran éxito: en nuestro Ejército Rojo. Su creador, su voluntad central ha sido el camarada L. D. Trotsky.
El día en que la URSS presionó a Allende para evitar la publicación en Chile de «La Revolución Rusa» de Trotsky
por Andrés Almeida
A fines de mayo de 1972 salieron de los talleres del barrio Bellavista en dirección a distintas librerías del país varios camiones con parte de los 8.000 ejemplares de dos voluminosos tomos de Historia de la Revolución Rusa de León Trotsky, una obra editada e impresa por Quimantú, la editorial estatal creada por el gobierno de Salvador Allende al principio de su mandato, con el propósito de dar cuerpo al proyecto cultural de la Unidad Popular (UP).
León Trotsky: «Lecciones de octubre»
Debemos estudiar la Revolución de Octubre
Aunque nos ha acompañado la suerte en la revolución de Octubre, no la ha tenido ésta en nuestra literatura. Todavía no poseemos una sola obra que ofrezca un cuadro general de tal revolución y que haga resaltar sus momentos más culminantes desde el punto de vista político y organizativo. Mas aún, hasta el presente no se han editado los materiales que caracterizan las diferentes fases preparatorias de la revolución y la revolución misma. Publicamos muchos documentos y materiales sobre la historia de la Revolución y del Partido antes y después de Octubre; pero se consagra mucha menos atención al propio Octubre. Llevada a cabo la insurrección, parece que hemos decidido no tener que repetirla ya. Diríase que del estudio de Octubre, de las condiciones de su preparación inmediata, de su realización y de las primeras semanas de su consolidación no esperamos una utilidad directa para las tareas urgentes de la organización ulterior.
Una contribución significativa a la comprensión de la Revolución Permanente
por David North
La publicación de Testigos de la revolución permanente: el registro documental es un acontecimiento importante en el estudio de los fundamentos teóricos de la Revolución de Octubre de 1917. Los documentos presentados en este volumen sustancial (677 páginas) —recopilados, traducidos e introducidos por los historiadores Richard B. Day y Daniel Gaido— brindan una revisión completa de las controversias y polémicas de las que surgió la teoría de la revolución permanente. Day y Gaido han elaborado un libro indispensable para quienes deseen comprender el desarrollo de la teoría marxista y la estrategia revolucionaria en el siglo XX.
La muerte de Trotsky en Coyoacán, en la medianoche del siglo
por Pepe Gutiérrez
El 21 de agosto de 1940 León Trotsky fue víctima de un atentado mortal, cometido por Ramón Mercader el día anterior en su residencia de Coyoacán, México D. F. En el artículo que publicamos a continuación Pepe Gutiérrez-Álvarez nos recuerda el contexto internacional en que se produjo aquel asesinato, así como algunas de las principales reacciones que se dieron ante la trágica desaparición de alguien que fue una figura clave en la historia del movimiento obrero y del marxismo durante la primera mitad del siglo XX.
La revolución rusa de 1905 y la teoría de la revolución permanente: un debate historiográfico reciente
por Daniel Gaido y Constanza Bosch
La revista norteamericana Science & Society ha publicado, en su número de julio de 2013 (Vol. 77, Nro. 3), un simposio el libro Witnesses to Permanent Revolution: The Documentary Record, (Brill, 2009), editado por Richard B. Day y Daniel Gaido. En dicho simposio participaronn el historiador Lars Lih (autor de Lenin Rediscovered: What Is to Be Done? in Context, Brill, 2006), John Marot (The October Revolution in Prospect and Retrospect, Brill, 2012) y Alan Shandro (Laurentian University in Canada). La crítica de Lars Lih a Witnesses to Permanent Revolution se titula “Democratic Revolution in Permanenz” y sostiene que la tesis del libro, según la cual las ideas básicas de la teoría de Trotsky sobre la “revolución permanente” fueron compartidas por otros socialdemócratas alemanes y rusos, es errónea.
La teoría del Modo de Producción Tributario: una negación del marxismo
por Josh Holroyd
Las ideas de Carlos Marx representan un punto de inflexión fundamental en la historia del pensamiento humano. Aplicando los principios del materialismo dialéctico a la historia y al desarrollo de la sociedad, Marx eliminó todas las nociones fantásticas a las que el estudio de la historia se ceñía anteriormente y dirigió nuestra comprensión de la sociedad, por primera vez, sobre una base científica real: «individuos reales, sus actividades y las condiciones materiales bajo las cuales viven”.
León Trotsky: «Bonapartismo y fascismo»
La vasta importancia práctica de una orientación teórica correcta se manifiesta de la manera más notable en un período de agudo conflicto social, de rápidos cambios políticos, de variaciones bruscas en la situación. En tales períodos las concepciones y generalizaciones políticas se desgastan rápidamente y exigen, bien sea una sustitución total (que es más fácil), bien sea su concreción, su precisión o su rectificación parcial (que es más difícil). Es precisamente en tales períodos que surgen como algo necesario toda clase de situaciones transicionales, intermedias, que superan los patrones habituales y exigen una atención teórica continua y redoblada. En una palabra, si en la época pacífica y “orgánica” (antes de la guerra) todavía se podía vivir a expensas de unas cuantas abstracciones preconcebidas, en nuestra época cada nuevo acontecimiento forzosamente plantea la ley más importante de la dialéctica: la verdad es siempre concreta.
Octubre de 1917: el disparo de apertura de la revolución socialista mundial
por Nick Beams
La siguiente es la primera conferencia dada por Nick Beams en línea el 2 de junio , sobre o ctubre de 1917: El disparo de apertura de la revolución socialista mundial.
Hoy, el 2 de junio en este país [Australia], el 1 de junio en los Estados Unidos está destinado a pasar a ser un punto de inflexión decisivo en la historia del mundo.
Porque en este día el presidente de los Estados Unidos Trump cruzó el Rubicón, declarando que usaría al ejército para suprimir las protestas y manifestaciones a nivel nacional por el asesinato policial de George Floyd en Minneapolis hace una semana.
Natalia Sedova, una vida de revolucionaria
por Marguerite Bonnet
Natalia Ivanova Sedova- Trotsky, muerta en Córbeil el 23 de enero de 1962, no hablaba nunca de ella misma. Su vida estaba hasta tal punto confundida con la de su compañero que todo lo que precedió su encuentro y su combate común, parecía separado. Sin embargo, un paisaje, una silueta, revelaban a veces un pasado adormecido, y ella sabía revivirlo, con una frescura y un humor delicioso. Había nacido en abril de 1892, el 14 del antiguo calendario, en Rommi, una pequeña ciudad ucraniana. En 1955 pude ver a Natalia emocionarse al recuerdo de esta Ucrania convertida para ella en algo tan lejano –en el tiempo y en el espacio–, cuando la conduje durante las vacaciones en las montañas de Forez; ella señalaba, con una especie de sorpresa dichosa e incrédula, la extraordinaria semejanza que encontraba entre este país y Ucrania: como en Ucrania, las praderas, los bosques, como en Ucrania los valles abiertos y las montañas a la redonda… Me hablaba también, el mismo día, del Cáucaso, de las largas excursiones que hizo a pie con el que llamaba invariablemente L.D. (1). La gran naturaleza caucasiana, los picos, sus precipicios, sus torrentes, sus árboles desplomados sobre sus frutos, sus tormentas terroríficas, habían dejado en ella un deslumbramiento nostálgico.
Sobre "El hombre que amaba a los perros", de Leonardo Padura
por Alan Woods
La publicación en inglés de El hombre que amaba a los perros por el autor cubano Leonardo Padura es un acontecimiento literario y político importante. Leí esta excepcional novela cuando salió en lengua española y me produjo una profunda impresión. Tenía la intención de escribir una reseña entonces, pero no me fue posible hacerlo por una combinación de circunstancias. Con el mayor de los placeres ahora voy a rectificar esta omisión.
Un reporte magnífico sobre los opositores de Stalin en la URSS
por Andrea Peters
Los bolcheviques contra el estalinismo 1928–1933: León Trotsky y la Oposición de Izquierda, de Vadim Rogovin
“Bien puede ser que el período histórico examinado en nuestro libro haya sido sometido a la evaluación más tendenciosa. En innumerables artículos de revista, el ‘gran progreso’ de Stalin fue o bien declarado como la continuación natural de la estrategia revolucionaria del bolchevismo, o bien fue interpretado como el giro de Stalin al ‘trotskismo’… Desde concepciones a priori sobre la continuidad orgánica entre el bolchevismo y el estalinismo, también vino la versión de la naturaleza absolutamente arbitraria de las represiones de Stalin. Esta versión fue compartida (aunque por diferentes razones en principio) tanto por los estalinistas como los anticomunistas, que consideraban que el régimen político creado por la Revolución de Octubre no había sufrido ninguna degeneración. Los adherentes de esta versión no conectaron el terror estalinista con la lógica de la lucha en el interior del partido, que obligó a Stalin a responder a la protesta creciente dentro del partido contra sus políticas con monstruosos contragolpes. En 1928-1933, este proceso todavía estaba lejos de ser completo”. —Vadim Rogovin (pág. 492)
León Trotsky: China y la Asamblea Constituyente
Desde antes de la insurrección de Cantón (diciembre de 1927) el camarada Trotsky insistía en hacer comprender que la situación revolucionaria estaba perdida a causa de la falsa estrategia adoptada; esta situación estaba agotada; comenzaba una época contrarrevolucionaria: la estrategia del comunismo tenía que adaptarse a esta nueva época. La Asamblea Constituyente devenía una de las consignas del período actual. Esta fórmula encontró objeciones en las mismas filas de la Oposición. La cuestión china tras el VI Congreso1, un trabajo del camarada Trotsky (que confiamos en poder editar próximamente) enteramente consagrado al examen de esta cuestión. Publicamos aquí una breve carta centrada en este problema.
Trotsky y Victor Serge: La oposición de izquierda, dividida
por Suzi Weissman
Víctor Serge impactó en la conciencia de muchos revolucionarios de todo el mundo, ya fueran marxistas, libertarios o anarquistas. Fue el trotskista más conocido de su época, aunque su relación con el movimiento trotskista fue controvertida.
Los cuatro fatídicos años de León Trotsky en Prinkipo: 1929-1933
por David North
Hay una cierta justicia histórica en funcionamiento, por más que sea tardía, en la publicación de una edición en idioma turco de En defensa de León Trotsky. Hace apenas poco más de noventa años, en febrero de 1929, Trotsky, acompañado por su esposa Natalia Sedova, llegaba a Turquía como exiliado político desde la Unión Soviética. Ya había pasado un año en un exilio interno en Alma Ata, en Kazajistán, adonde lo habían enviado tras su expulsión del Partido Comunista soviético el 14 de noviembre de 1927. Pero a pesar de lo apartado de Alma Ata, Trotsky fue capaz de dar dirección política a la Oposición de Izquierda, que había estado dirigiendo desde 1923. Sus críticas fulminantes de las políticas doméstica e internacional de la burocracia estalinista siguieron circulando por la Unión Soviética.
Sobre un texto de Leon Trotsky: La revolución y la cultura en “La revolución traicionada”
por Yunier Mena
En el escenario tan complejo y difícil que es este mismo minuto para Latinoamérica, este encuentro sobre el pensamiento de un revolucionario infatigable es una victoria muy necesaria, y a primera vista podría confundirse con un imprevisto. Cosas de la historia entendida como una línea de hechos sucesivos compuesta de pasado, presente y futuro y no como un repositorio grato a la labor del curioso o del esmerado arqueólogo. Casi sinónimo de la palabra historia, en otro sentido, es la palabra Trotski; historia como la pretendió Aristóteles en su Historia sobre los animales queriendo decir investigación, indagación. La aprehensión diacrónica de la realidad hecha por el bolchevique es a la vez, y sobre todo, penetración sincrónica en el objeto histórico fijándolo como teoría, explicación y profecía. Ese proceder u oficio se justifica en el interés de Trotski por transformar el mundo más que por catalogarlo o registrarlo pasivamente. Es más, al comunicarse el resultado de su arduo, agudo y artístico-estilístico trabajo intelectual se conecta o acerca su vocación personal a la revolución con la posibilidad efectiva de la realización de esta a nivel colectivo.
León Trotsky: «Lecciones de la Comuna de París»
Cada vez que volvemos a estudiar la historia de la Comuna descubrimos un nuevo matiz gracias a la experiencia que nos han proporcionado las luchas revolucionarias ulteriores, tanto la revolución rusa como la alemana y la húngara. La guerra franco-alemana fue una explosión sangrienta que presagiaba una inmensa carnicería mundial, la Comuna de París fue como un relámpago, el anuncio de una revolución proletaria mundial.
Han asesinado a Trotsky
por Víctor Arrogante
El 20 de agosto de 1940 caía asesinado Lev Davídovich Bronstein «León Trotsky», un político clave en la revolución bolchevique y segundo al mando de Lenin. Se encontraba exiliado en México, cuando Ramón Mercader perpetró el asesinato clavándole un piolet en la cabeza, cumpliendo las órdenes directas de Stalin El asesino fue condenado a diecinueve años de prisión en México, liberado en 1960, la URSS le otorgó la condecoración de Héroe de la Unión Soviética.
Jean van Heijenoort: semblanza de León Trotsky
Cuando Engels se extinguió apaciblemente en Londres, cargado de años, patriarca venerado de la socialdemocracia internacional, el siglo que terminaba separó las revoluciones burguesas de las revoluciones proletarias, el jacobinismo del bolchevismo. La transformación del mundo, anunciada por Marx, iba a convertirse en la tarea inmediata y los revolucionarios conocerían vicisitudes sin igual. De hecho, los cráneos de los tres más grandes jefes revolucionarios desde Engels recibieron los golpes de la reacción. El futuro historiador no podrá dejar de ver allí uno de los signos distintivos de nuestra época. Deberá destacar también de dónde venían los golpes. El cráneo de Lenin fue perforado por una bala de la «socialista revolucionaria» Fanny Kaplan[*]. El cráneo de Rosa Luxemburgo fue roto a golpes de culata de fusil por la soldadesca del «socialdemócrata» Noske. [**]
León Trotsky: Por un frente único obrero contra el fascismo
Alemania vive hoy uno de sus más grandes momentos históricos; el destino del pueblo alemán, el destino de Europa y, en gran medida, el destino de toda la humanidad en los próximos decenios dependen de él. Cuando se coloca una bola en el vértice de una pirámide, un débil impulso sirve para hacerla rodar a derecha o a izquierda. Esa es la situación a la que se acerca Alemania cada hora que transcurre. Ciertas fuerzas quieren que la bola ruede hacia la derecha y rompa los riñones de la clase obrera. Otras quieren mantener la bola en el vértice. Es una utopía. Los comunistas querrían que la bola rodase hacia la izquierda y rompiese los riñones del capitalismo. No basta con querer, hay que poder. Intentemos una nueva forma de examinar tranquilamente la situación: la política que lleva a cabo actualmente el Comité Central del Partido Comunista alemán, ¿es correcta o es errónea?
León Trotsky: El Marxismo y nuestra época
Este libro de Otto Rühle expone de una manera compacta las doctrinas económicas fundamentales de Marx. Después de todo nadie ha sido todavía capaz de exponer la teoría del trabajo mejor que el propio Marx.I
Algunas de las argumentaciones de Marx, especialmente en el capítulo primero, el más difícil de todos, pueden parecer al lector no iniciado demasiado discursivas, ociosas o “metafísicas”. En realidad, esta impresión es la consecuencia de no tener la costumbre de considerar de una manera científica los fenómenos familiares. La mercancía se ha convertido en una parte tan universalmente difundida y tan familiar de nuestra vida diaria que ni siquiera se nos ocurre considerar por qué los hombres ceden objetos importantes, necesarios para el sostenimiento de la vida, a cambio de pequeños discos de oro o de plata que no se utilizan en parte alguna de la tierra. El asunto no se limita a la mercancía. Todas y cada una de las categorías de la economía del mercado parecen ser aceptadas sin análisis, como evidentes por sí mismas, y como si fueran las bases naturales de las relaciones humanas. Sin embargo, mientras las realidades del proceso económico son el trabajo humano, las materias primas, las herramientas, las máquinas, la división del trabajo, la necesidad de distribuir los productos terminados entre los participantes en el proceso de producción, etcétera, las categorías como mercancía, dinero, salarios, capital, ganancia, impuesto, etcétera, son únicamente reflejos semi-místicos en las cabezas de los hombres de los diversos aspectos de un proceso económico que no comprenden y que escapan a su control. Para descifrarlos es indispensable un análisis científico completo.