Con la conocida mentira de «proteger a la población civil» y destruir «armas de destrucción masiva, Trump, a la cabeza de la jauría imperialista, ha desplegado un ataque criminal, de alto impacto sobre Siria. En un ataque militar conjunto de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, esta noche comenzaron a caer bombas sobre Siria. Según Trump, se trata de “ataques de precisión” contra “objetivos sirios asociados con el programa de armas químicas”.
Trump miente.
El hecho forma parte, y de seguro lo será, de una escalada que persigue imponer la voluntad imperialista allí donde se presenta un ángulo de resistencia a la voracidad de las transnacionales. El imperialismo no tiene otro camino que la guerra y la barbarie para resolver sus contradicciones internas, siendo -por lo mismo- este ataque una expresión del camino que toma EEUU en su proclamada guerra comercial con China.
Este ataque, además de ofender la autodeterminación de las masas árabes y de los oprimidos del mundo entero, es una señal concreta del objetivo que ha trazado el imperialismo. Este ataque no sólo fue una determinación de Trump, sino que fue exigido por republicanos y demócratas, los que demandan la necesidad de afirmar la superioridad militar norteamericana en todo el orbe.
La obsecuencia del gobierno británico y francés, pone de manifiesto que estas potencias ha determinado ponerse detrás de los norteamericanos. Ninguna, pero ninguna preocupación democrática o humanitaria, alimenta el ataque de ayer sobre Damasco. Los «progresistas» que apoyaron ayer a Macron para «impedir el triunfo de la derecha», pueden comprobar que Macron -aademás de ser un títere de la banca mundial- es ahora un criminal de guerra.
Desde las páginas de El Porteño (elporteno.cl) nos sumamos al repudio mundial que ha generado este ataque, nos ponemos incondicionalmente del lado de la nación oprimida y reivindicamos el derecho de los sirios a alzarse en armas frente al imperio. En Chile, esto significa solidarizar con esta lucha, redoblando nuestros esfuerzos en la lucha contra el representante de los yanquis en nuestro país, el gobierno pro imperialiista de Piñera. Sólo la clase clase obrera, acaudillando a explotados y nación oprimida, abre el camino de la derrota imperialista: el fin del capitalismo a manos de la revolución proletaria.
EP