por Mauricio Redolés
Me preguntas si lo ubico. Claro que lo ubico. Si el otro día conversando con no sé quién me acordé de él. O sea me acordé cuando los compañeros que dormitaban en el suelo de «La Pieza de Las Fotografías» de La Academia de Guerra Naval, me despertaron y me dijeron te vinieron a buscar aquí y como estabas dormido y nadie te conocía te fueron a buscar a la Pieza de las Banderas y ahora vienen para acá, y oí mi nombre y muerto de sueño y de miedo me puse de pie con mis temblorosos treinta y poco kilos distribuidos en un metro sesenta y cinco de estatura y veinte años de vida y caminé a la puerta y vi a un tipo bajo con aspecto simiesco muy malhumorado y reconocí al que me había secuestrado de la puerta de mi pensión.
Y me ordenó: -¡Véndate la vista maricón conchetumare!- Y yo no le había hecho nada.-¿Porqué no contestabas cuando te llamábamos reculiao?- me gritó. -Estaba durmiendo-le respondí- E intenté hilvanar una protesta, le dije-Ustedes me trajeron aquí hace más de veinticuatro horas y todavía no se sé porqué…- y sentí un golpe en la cabeza tan fuerte, que perdí el sentido y solo fue un silbido en el oído izquierdo, y un calor y un dolor en la mandíbula y volé por los aires (el simio pegaba como lo que era, un animal no humano) y caí golpeándome en la pared del frente del pasillo y sentí el sabor a sangre fresca en la lengua y las encías, y los gritos del simio, y empecé a sufrir la banalidad del infierno que me tenía preparado la Armada de Chile deshonrando la memoria de Arturo Prat Chacón, y de cuanto héroe por ls cuales ellos decían jurar.
Un año después interrogó a mi compañero de celda, José Manuel Valle Olivares.-¿Con quien vives en la cárcel-farfulló el ex-humano. -Con Redolés y Tricot-respondió Valle Olivares. A esos culiaos debimos haberlos matado al tiro-le respondió el agente del Servicio de Inteligencia Naval- Esos hueones no van a cambiar nunca- dijo. Viniendo de quien venía, para nosotros fueron como medallas.
Inquiero saber por qué me preguntas si lo ubico. Es que ayer murió- me dices.
Santiago de Chile, jueves 18 de agosto de 2022.