Malleus Maleficarum: el Código Penal de la Santa Inquisición

por Juan García Brun

Este libro –ya mitológico- es una recopilación, un tanto histérica de los miedos. Es evidente que tuvo una poderosa influencia en la formulación del Derecho Penal burgués y su concepto de legalidad y tipicidad, que parecen expresados contra la sevicia y la brutalidad que acecha en cada página del Malleus.

Por otra parte, quizá esto es lo cautivante del libro, es una completa categorización de las perversiones que integran el deseo, cuya complexión llevó a Freud a conceptualizar el “ello” como el receptáculo de nuestros instintos animales.

Pero lo que busca este texto es castigar, sobre cualquier otra cosa. En sus páginas se preceptúa la forma de torturar, de forma de poder interpretar correctamente los efectos debidos y no debidos a observarse en el cuerpo del torturado. Aquí está la base de formación del concepto de poder público, en su impersonalidad.

Desde la publicación del Malleus Maleficarum (1487) hasta nuestros días siguen apareciendo instrumentos discursivos inquisitoriales con idéntica estructura: presenciamos una emergencia, una amenaza extraordinaria que supone un riesgo para los cimientos de toda nuestra cultura y la humanidad entera, se deben tomar medidas extraordinarias para combatirla.

La supuesta emergencia es una forma de legitimar el desenfreno del poder punitivo que eliminando al supuesto peligro, y a todos sus cómplices, logra verticalizar el poder social cada vez más, generando los cimientos de un estado de paranoia colectivo que le permite al poder ejercerlo sin frenos ni límites eliminando cualquier opositor. Si alguien duda de que la acusada sea una bruja es porque está también poseído por Satanás.

El resultado del discurso inquisitorial impuesto por el Malleus Maleficarum es que el temor a la supuesta emergencia es utilizado por el poder punitivo para eliminar cualquier obstáculo que se le presente. Cualquier persona que se oponga a ese poder punitivo será acusado de cómplice del mal, enemigo de la patria o un idiota útil a intereses foráneos y será condenado sin garantías ni derecho a la defensa.

Obligatoria lectura en medio de esta pandemia infernal, en este junio heroico. Luego la Constitución Federal alemana, luego nuestro artículo 8º. Ver menos

Ir al contenido