Los estudiantes piden que se condone la deuda que alcanza los 2,5 billones de dolares.
El gobierno de Bachelet, a través de la ministra de educación Adriana Delpiano se comprometió a acabar con el CAE, con lo que consiguió que la bancada del Frente Amplio -Boric, Jackson y Mirosevic- no se opusieran. Ante esto los estudiantes universitarios de la CONFECH no están satisfechos. Y es que quieren que junto con acabar ese sistema de financiamiento, se condone la deuda a los más de 900 mil personas que estudiaron con CAE, lo que significaría un gasto fiscal de casi 2.5 billones de pesos.
Un monto tan elevado que varios expertos han estimado como matemáticamente imposible de pagar. La ministra Delpiano también dio un portazo a esta petición y dijo: “yo lo veo prácticamente imposible porque estamos hablando de volúmenes enormes”.
En su Twitter el presidente de la FECH, Daniel Andrade, criticó que en el caso del CAE se dé la espalda a la condonación y en otros casos esta se haya concedido. “Cuando se trata de estudiantes es ‘imposible’ condonar la deuda. Pero con Johnson’s, LAN, Banco de Chile, Colbún, etc., no se hicieron problema”, dijo.
Aunque el perdonazo de Johnson´s equivalió a 125 millones de dólares, y la de LAN a 47.9 mil dólares, mientras que la deuda CAE equivale a más de 3 mil 761 millones de dólares. Banco de Chile recibió una condonación de 738 millones de pesos en 2011; Cencosud de 335 millones de pesos; y Corpbanca 3.130 millones de pesos.
Todas estas condonaciones de multas e intereses fueron investigadas por Contraloría, ya que fueron concedidas cuando el director del SII era Julio Pereira, quien además era accionistas de estas empresas. En 2014 la Contraloría descartó que hayan existido conflictos de interés de parte de Pereira en la entrega de estas condonaciones.
Las posiciones al interior del movimiento estudiantil
Entre los estudiantes hay múltiples posiciones y matices frente a la política desarrollada por el gobierno en el ámbito educativo, pero pueden sintetizarse en tres.
La primera representada por las juventudes de la Nueva Mayoría, especialmente por las JJCC, que apoyan las reformas del gobierno y se la juegan por su aprobación en el parlamento. Hay una segunda posición defendida por los representantes del Frente Amplio, que critica la propuesta del gobierno, y plantea realizar reformas sobre ella. Se trata de integrar ciertas indicaciones propuestas desde la CONFECH, su estrategia es la de realizar movilizaciones periódicas con el objetivo de presionar al parlamento. La tercera posición rechaza de plano la propuesta del gobierno, exigiendo el retiro de la misma del parlamento. Esto porque se plantea que la reforma es estructuralmente neoliberal, y por tanto, viene a maquillar, e incluso fortalecer el mercado educativo.
Las indicaciones ingresadas por el gobierno, y que se han impuesto finalmente indican que persiste el sesgo neoliberal: la matrícula en educación superior se concentrará en un 80% en Universidades privadas, debilitando en los hechos la educación pública; se termina con el CAE, pero se mantiene el jugoso negocio de los bancos con los actuales deudores (un volumen de casi 2,5 billones de pesos), hay que recordar que desde el 2011 a la fecha, los estudiantes endeudados han aumentado de 400 mil a más de un millón, y finalmente se fortalecen las posiciones del Estado al interior de los gobiernos universitarios, integrando a 3 funcionarios designados por los gobiernos de turno a los Consejos Superiores de las diferentes instituciones.
Aunque el gobierno consiguió pasar su propuesta con el acuerdo verbal de suprimir el CAE y sacar a la banca del “nicho” estudiantil, aún está por verse cuál será la respuesta de los estudiantes.