de Corriente Sindical Obrera
La crisis sanitaria provocada por el avance de la pandemia del covid-19 ha tencionado hasta el borde del colapso al sistema de salud del país. El del hospital San Jose, escenario de manifestaciones y sistemáticas denuncias de parte de sus trabajadores, se ha convertido en uno de los casos más dramáticos. Cocinado al ritmo de la crisis capitalista, el San Jose es presa de las contradicciones que ha creado la estructura de negocio en la que se benefician las clínicas privadas a costa de la precarización sistemática de la red de hospitales públicos.
La agudización de la crisis sanitaria está a la vista, a las mentiras y manipulación de datos por parte del ministro de salud, Jaime Mañalich, debemos sumar que un 87% de las camas de cuidado intensivo de la red hospitales públicos se encuentran ocupadas, ademas, hoy nos enterarnos por la prensa que el instituto clínico de la universidad de Chile y clínicas privadas han suspendido la toma de exámenes para la detección del virus por el quiebre del stock nacional de reactivo para la prueba PCR.
En este marco el hospital San Jose quedo en cuestión, luego de que trabajadores del centro de salud denunciaran la muerte de un paciente afectado por covid-19, que no pudo contar con ventilador mecánico para el tratamiento de la enfermedad. Si bien las autoridades sanitarias han salido a refutar las denuncias; como afirma Mauricio Navarro, dirigente de FEDEPRUS, en etrevista con el medio Diario Venceremos: “por años nosotros hemos venido denunciando las carencias de este sistema público de salud (…) la falta de insumos, equipamiento medico, la falta de especialistas, listas de espera”. En esta dirección, sin ir más lejos, es posible verificar que el pasado 7 de mayo la dirección del hospital decidió suspender el pago de contratos a trabajadores honorarios, reduciendo aun más el personal de atención.
Como hemos insistido en otras publicaciones, el coronavirus es un factor que vino a profundizar una crisis que era evidente de mucho tiempo antes. Así, a las ya interminables listas de espera, desde el año pasado, la prensa comenzó a informar de pacientes que mueren en los pasillos de los hospitales por la suspensión de operaciones, debido a la falta de insumos básicos, sueldos impagos y la falta de médicos especialistas. Según reportes del Colegio Medico los graves problemas de abastecimiento básico “responden a una crisis financiera general de la red de hospitales” que, acompañado de los sistemáticos recortes de presupuestos en los diferentes gobiernos, ha elevado la deuda hospitalaria a $358 mil millones y el déficit general del sector que alcanza la friolera de los U$S 1.100 millones.
El hospital y la autoridad gubernamental de la materia han salido a desmentir tajantemente la denuncia de los trabajadores, echando mano a medidas coercitivas, entre ellas una auditoría y, eventualmente, un sumario administrativo. En este sentido Luis Escobar, director del Hospital San Jose, ademas de calificar al representante de los trabajadores de la salud como “personaje no creible”, ha asegurado que la intención de las y los dirigentes gremiales es “causar daño a la imagen del hospital”.
Al igual que otros gobiernos (Trump, Bolsonaro Jhonsons, etc.), Piñera ha decido enfrentar la pandemia causada por el covid-19 privilegiando la salud de la economía, esto ha implicado exponer la vida de los trabajadores. Por eso, la falsa cuarentena (porque no asegura las condiciones mínimas de vida para que las familias trabajadoras la puedan acatar) y el sacrificio de la estabilidad de los trabajadores que son sometidos al congelamiento de las relaciones laborales, cargando el salario a las cuentas de ahorro forzado de los propios trabajadores, que se suman a los millonarios rescates a los capitalistas, son factores de agravamiento de esta fenomenal crisis.
Desde la corriente sindical obrera llamamos a respaldar la denuncia hecha por los trabajadores Gloria Pinto y Mauricio Navarro, con el entendimiento de que la “nueva normalidad” a la que apuesta el gobierno, reviste de política sanitaria un rescate mundial del régimen de explotación a costa de los trabajadores. Donde el naufragio de la política sanitaria pro capitalista de Piñera pone de manifiesto la necesidad de una cuarentena total con cargo a los capitalistas, con salario y sin despidos, el cierre de todo sector no esencial, testeos masivos para frenar la propagación, protocolos de seguridad e higiene discutido por los trabajadores con implementos a cargo de la patronal y un congreso de bases de trabajadores para votar este plan de lucha.