por Osvaldo Costa //
En la madrugada del lunes 5 de diciembre se llevó a cabo la última negociación entre los representantes de los trabajadores del Sindicato Nacional de Homecenter Sodimac y los representantes del grupo Solari, los dueños de la empresa, uno de los grupos más ricos de Chile, que ostentó ganancias de más de 89 mil millones el 2015.
En una dura reunión, la empresa planteó a los trabajadores su posición de no negociar más y ofreció solo un 2% de reajuste, menos que el ofrecido antes de la huelga (el 7 de noviembre) que había sido de un 5% de reajuste por sobre el IPC, el que había sido rechazado por el Sindicato que exigía un 7% por sobre el IPC.
La empresa, apeló al desgaste, al término de la huelga legal (de 15 días ya terminados) y a la amenaza de aumentar los despidos y contratar nueva gente, de modo que el Sindicato perdiera lo que le quedaba de fuerza. Las alternativas para los trabajadores no eran muchas tras 26 días de huelga; podían aceptar la oferta de la empresa o bien esperar el 50+1 para dar paso al descuelgue de la huelga de forma indefinida.
De esta forma y tras la serie de presiones, que incluyeron la exclusión de los hijos/as de los trabajadores/as en Huelga de la fiesta de navidad, reiteradas prácticas anti-sindicales, entre otros, la huelga, que inició oficialmente el pasado 9 de octubre, llegaba a su fin. Con la derrota de los trabajadores.
La firma del acuerdo generó desazón en los trabajadores, que resintieron el desgaste y las prácticas anti sindicales constantes de la empresa, además se ha manifestado la decepción por la forma en que el Sindicato llevó adelante la negociación.
Las causas fundamentales de esta lamentable derrota de los trabajadores a manos de uno de los principales grupos económicos de chile –el grupo Solari- que además de ser dueños de Homecenter son dueños de Falabella, Tottus, Mall Plaza, Mega, Latam, Isapre Colmena y Clínica Las Condes entre otras. Se debió principalmente a que la heroica lucha de los trabajadores de Homecenter careció de la necesaria solidaridad de los restantes gremios, los que dirigidos mayoritariamente por burócratas adscritos a la Nueva Mayoría, encabezados por la podrida dirigencia de la CUT, guardaron silencio durante toda la extensión de la lucha.
Por otra parte, como se mencionaba, trabajadores de base han cuestionado a los dirigentes sindicales por su complicidad con la empresa, en particular a Luis Ortega, cercano a la corriente PS de Arturo Martínez en la CUT.
Una de las lecciones que los trabajadores extraen de este proceso de lucha es la importancia de la organización y unidad de las bases, y lo fundamental que es recuperar los organismos sindicales para la conquista de demandas y reivindicaciones. Los trabajadores de Homecenter Sodimac aseguran estar firmes y seguros de fortalecer la organización interna del Sindicato, preparándose para futuras luchas.
Resulta imprescindible, en estos momentos de derrota, defender la organización sindical y atrincherarse en las asambleas de base que impidan a los burócratas de siempre traicionar la lucha desplegada.