por Pedro Antonio Salgado
En 2023, para Chile se combinan dos factores muy relevantes que antes no existían. Por un lado, la alta demanda y precios de materiales críticos, el Cobre y Litio son los principales, para la transición energética. El mundo logrará su meta de reducir las emisiones de CO2 y hacer la actividad tecnológica e industrial más sustentable. Pero a costa de bienes naturales que pertenecían a un país. Uno de los más desiguales y pobres; su gente, no al PIB per cápita que es privado.
Esta explosión en la demanda por Cobre, establece en la cadena de suministros, límites al desarrollo industrial global por la falta del recurso (1,2Mill ton cada año desde 2023). Esto es, los precios del metal se están disparando a máximos históricos con muchas posibilidades de doblar su precio. El del Litio se cuadruplicó en los últimos 4 años.
El 100% de las trasnacionales operando en Chile (BHP, Angloamerican, AMSA, Teck, Collahuasi, Lundin, etc), calcularon sus proyectos con un valor del cobre menor a 3 usd/lb. Es decir, sus ganancias desde ahora en adelante son siderales, 75% del Cobre de Chile es privado. Hoy desfilan por Hacienda pidiendo no subir la tributación o derechamente no pagar el royalty que Chile merece.
Estas trasnacionales van a maximizar la exportación de concentrados de Cobre atacando sus reservas de más alta ley para subir a la ola del alto precio. A Chile le quedan menos de 190 millones de toneladas de Cobre. Desde 1991 a la fecha se han llevado ya el 60% de las reservas totales del país. Chile no capturó nada de esa riqueza. La regaló. Desde hoy, el mercado del Cobre cada año moverá 400 mil millones de dólares, Chile tiene el 33% de ese mercado (Codelco 25%-Privados 75%). El Litio moverá cada año 191 mil millones de dólares. SQM y Albemarle tienen el 35% de ese valor.

Desde ahora año 2023, quedan menos de 20 años de Cobre. El estado recibirá de privados sólo un 1% o menos del valor de esas reservas. Cada año gastará ese royalty y quedará sin caja para el próximo, esperando nuevamente la limosna del 1%. Esto quiere decir que al 2045 Chile habrá perdido su principal riqueza y no ahorró nada, no invirtió en industria y menos en innovación. Habrán cerrado las minas de concentrados y esos 260 mil trabajadores y sus familias quedarán sin sustento. Una carga extra para el estado. Chile va en picada a ser un Humberstone II, no aprendió la lección del desastre del salitre. Regaló nuevamente su principal riqueza. En realidad, el congreso corrupto lo hizo nuevamente. La elite, los políticos sobornados y sus clanes, vivirán de los sobornos por muchos años o se irán seguramente a vivir al primer mundo. Nosotros nos quedaremos en la cantera ya saqueada.
Chile tiene una última oportunidad para evitar ese destino apocalíptico. Industrializar hoy lo que le queda de Cobre. Agregar valor a su principal riqueza y encadenar industria en las comunas más pobres. De otro modo si sigue exportando concentrados y cátodos, el país está condenado al fracaso. Esta situación también afecta a chilenos mineros de planta y contratistas. El paraíso de esos altos sueldos y beneficios no es para siempre. Tiene fecha de extinción. No crean que sus hijos tendrán los mismos beneficios o calidad de vida. El Cobre ya se habrá agotado.

El estado debe iniciar lo antes posible el recuperar valor con un royalty significativo y en paralelo comenzar la industrialización del cobre de chile agregando valor en forma de aleaciones master alloy cuyo valor por tonelada casi duplica al valor de la tonelada de cátodo (Boway, KME, Aurubis). Adjunto imagen del valor EUR tonelada de master alloy STOL95, una aleación de Cobre Zinc Nickel y plata usada para cables eléctricos y en generadores eólicos y rotores de turbo generadores.
A partir del 2040 Chile debe contar con una matriz industrial de máster alloy que absorba toda la mano de obra que las minas de concentrados irán dejando cada año.
Los analistas internacionales conocen a Chile como la Arabia Saudita del Cobre. Es tiempo de darle a la gente y sobre todo a los niños que vendrán, un país acogedor, lleno de oportunidades, desarrollo personal, familiar y con calidad de vida. Se lo merecen.


Un royalty del 1% es una burla a todo el país. Chile está en condiciones de exigir un royalty a las trasnacionales no menor al 30% ad valorem. El precio de la libra llegará fácilmente a los 6USD. El 100% de los actuales proyectos fueron estimados con una VAN y TIR de la libra de cobre a menos de 3 dólares. De aquí para arriba es sólo utilidad.
El país necesita eliminar deuda y en paralelo acabar con la deuda de Codelco y liberar esos fondos para iniciar una filial de la estatal especializada en fabricación de master alloys que siga el camino de Aurubis o KME. Hoy es un pésimo negocio para el país exportar cátodos. Ni imaginar el pésimo negocio que es exportar concentrados perdiendo miles de millones de dólares en sub productos no pagados en Chile. Otro ejemplo, la recaudación que pretenden hacer con el 1% equivale a sólo el crédito que las trasnacionales obtienen en la FURE por la venta del ácido sulfúrico generado desde el azufre contenido en los concentrados. Es decir, el cobre y El Oro siguen saliendo sin pagar un peso de royalty. Se exportan anualmente 13 millones de toneladas de concentrados. Cada tonelada de concentrado genera 1 tonelada de ácido sulfúrico (200usd/ton), contiene entre 3 y 20 gramos de oro. Entre 70 y 400 gramos de Plata, entre 1 y 50 granos de Paladio, Renio, etc. por cada tonelada de concentrado. Lo mismo los concentrados de Molibdebo.