El diario El Espectador de Colombia publicó un artículo haciendo referencias al documento denominado con pretensión “tesis de abril” ya que recuerda obligadamente las famosas tesis de Lenin de 1917. También Página 12 de Argentina publicó un artículo similar.
Es de importancia conseguir el texto completo para hacer una valoración precisa de todos sus planteos. Pero ya podemos anticipar algunos comentarios partiendo de los extractos publicados. Se trata de las tesis preparatorias del Congreso fundacional del partido de las Farc.
No es una organización cualquiera, ha tenido influencia de décadas en Colombia (54 años) y en todo Latinoamérica, se trata de una de las organizaciones guerrilleras más antiguas del continente.
Hubiéramos querido tener la oportunidad de debatir directamente con los compañeros este documento ya que las cuestiones que abarca son de interés estratégico para la clase obrera del Continente.
No hay citas que hagan referencia al balance de su experiencia de tantas décadas, que es fundamental debatir. Para entender las razones de su derrota política, antes que militar. Para evitar que vuelvan a ser derrotados, ahora por las ilusiones en las vías legales, porque las consecuencias serán nefastas.
Las tesis están siendo discutidas, por casi “8.000 hombres en armas en los 26 territorios transitorios de normalización”, en las zonas veredales y puntos de normalización, expuestas por los comandantes políticos, y estudiadas por grupos o células según instrucción del Secretariado.
Según se dice, es el trabajo preparatorio para las asam- bleas que se están llevando a cabo desde mayo, para en agosto convertirlas en principios de su nuevo partido polí- tico. Las tesis serían continuidad de lo acordado en la últi- ma Conferencia en 2016, en los Llanos del Yarí.
Los periodistas interpretan que se señalan las ideas que los conducirán al poder, dicen, esta vez por la vía legal… esperanza de miles de mujeres y hombres que han dejado de disparar para soñar un país sin guerra y luchar por él en el terreno político. Así, paso a paso, cada amanecer trae nuevas tesis, nuevas dudas, pero también renovados compromisos de los ex combatientes con una sociedad futura sin guerra.
El documento afirma que EL PARTIDO SE FUNDA- MENTARÁ EN “EL MARXISMO, EL LENINISMO, el pensamiento emancipatorio bolivariano y en general, en las fuentes del pensamiento crítico y revolucionario de los pueblos”.
Eso puede leerse en la tesis 47 que detalla, además, que “la construcción partidaria que iniciamos, al tiempo que da continuidad a nuestra larga trayectoria de lucha y a nuestra ideología (…) deberá comprender esfuerzos por nuevos desarrollos que posibiliten ganar el corazón de los humil des, los expropiados y los desposeídos”.
No es suficiente definirse marx-leninista para serlo real- mente, pero muestra una definición ideológica de gran importancia, ya que de ella reniega hoy gran parte de la izquierda.
Algunos aspectos centrales que definen la orientación ideológica marx-leninista son: a) definir con la mayor precisión el objetivo estratégico: el socialismo, el comunismo, la dictadura del proletariado (gobierno obrero-campesino) (porque corresponde a la definición del Estado por su con- tenido de clase), la destrucción del Estado burgués; b) la única vía para alcanzar ese objetivo estratégico es la revolución social, (no hay ninguna otra vía); c) para que esa revolución social sea realmente popular, la clase obrera debe dirigir al resto de los oprimidos, a la mayoría de la población; d) se debe definir que los principales medios de producción serán expropiados y puestos en funcionamiento bajo control colectivo de los trabajadores, que se realizará una revolución agraria; e) lo que corresponde con estos principios es la construcción de un partido obrero, comunista, basado en el centralismo democrático, un verdadero estado mayor de la clase obrera; f) propagandizar permanentemente la desconfianza en las instituciones del Estado burgués, sus leyes, su Justicia, las elecciones; g) señalar que la burguesía es incapaz de resolver las tareas democráticas y nacionales, que sólo la clase obrera en el poder podrá resolver esas tareas combinándolas con las tareas socialistas; etc.
Estas cuestiones vitales, nos parece que aparecen difusas en los textos que se conocen del documento.
Por ejemplo, cuando se dice en la nota: “Campesinos en su mayoría con escasos años de escolaridad hacen parte de las filas guerrilleras convencidos y comprometidos con lo que sus comandantes les han dicho: que la dejación de armas no es el fin de su lucha revolucionaria sino una transición para continuar su camino al poder ahora por la vía política.”
Este comentario aparece contradictorio. El camino al poder para la clase obrera, para los campesinos, para la mayoría oprimida, es la revolución social. No hay otra vía para alcanzar el poder. La historia nos ha dado numerosos ejemplos en este sentido.
¿Cómo debe entenderse la idea de la vía política? ¿Como un camino electoral, parlamentario, pacífico? Si así fuera sería el abandono de toda perspectiva revolucionaria.
UN PARTIDO PARA LOS TRABAJADORES
Según el documento conocido por GeneracionPaz.Co las Farc se proponen fundar un partido “que logre representar y expresar las aspiraciones históricas de la clase tra- bajadora en los centros urbanos y las zonas rurales”. Las aspiraciones de la guerrilla van incluso hasta conquistar a la clase media. En la tesis 47 se lee que “además de ser un partido de la clase trabajadora, nuestro partido deberá tener la capacidad de dialogar con otros sectores de la población particularmente de las llamadas capas medias e interpretar sus intereses y aspiraciones. En ese sentido, su estructura, manteniendo la solidez y coherencia debidas, deberá contener una capacidad adaptativa a los cambios que registre la formación socioeconómica y sociopolítica en su conjunto a fin de preservar sus posibilidades de respuesta y de elaboración de su línea polí- tica en la búsqueda de sus propósitos del orden táctico y estratégico”.
“la situación de la clase trabajadora demanda una alternativa política que contribuya a mejorar sus vidas presentes, al tiempo que ofrece perspectiva histórica de cara a las futuras generaciones”.
La construcción del partido, dicen las Farc, debe estar basada en “el ejercicio pleno de la democracia interna” el cual “construirá sus decisiones basado en la más amplia deliberación y tomará decisiones que comprometiendo al conjunto de la organización establecerán reglas de reco- nocimiento y regulación frente a quienes se encuentran en posición minoritaria”
…. principios para continuar su transformación de ejército ilegal a partido político.
De la tesis 46 a la 61, la final, se profundiza sobre la comprensión del partido “en el nodo del campo revolucionario”. La tesis 48, por ejemplo, se titula “un partido para la superación del orden social capitalista y la construcción de una nueva sociedad” y más adelante se refieren al comunismo como fundamento de su futura lucha política sin armas.
Esta es una cuestión esencial, aparecen planteadas muchas ideas.
cuando dice “un partido para la superación del orden so- cial capitalista y la construcción de una nueva sociedad” y más adelante se refieren al comunismo como fundamento de su futura lucha política sin armas.
Aparece confusamente la cuestión estratégica, lo que indicaría que no hay un balance correcto de la experiencia guerrillera. No hay, ni puede haber, superación del orden social capitalista por medios pacíficos. Hay que decirlo con total claridad para evitar confundir o engañar a la militancia. Sólo se puede superar el orden social capitalista por medio de una revolución social, que expropie a los grandes capitalistas y transforme su propiedad en propiedad social (de todos en general y de nadie en particular).
Mucho menos se puede alcanzar el comunismo si previa- mente no hemos derrotado al capitalismo en todo el mundo, por la única vía posible. La lucha política no se divide en lucha con armas o sin armas. Se puede luchar con armas por un programa reformista o nacionalista y no por eso son revolucionarios.
Lo que define el carácter revolucionario es su programa, su estrategia de poder, cómo hace para ganarse a todos los oprimidos para esa estrategia, es decir cómo fusiona la teoría y la práctica. Sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria (Lenin).
La cuestión de las armas no se resuelve al margen de la lucha de clases, de la madurez política de la clase obrera y las masas. Las armas en sí mismas no son un programa, aunque pueden encubrir la ausencia de un programa revolucionario. Por el contrario, aquellos que reniegan de las armas, que reniegan de la violencia revolucionaria y se pontifican como pacifistas y partidarios de la legalidad burguesa, sabemos desde el principio que rechazan la estrategia de la revolución social, aunque no lo digan explícitamente.
La expresión “clase trabajadora” “partido de trabajadores” es ambigua. Es un tema delicado cuando se está debatiendo la constitución de un partido revolucionario por parte de miles de combatientes.
El partido que hay que construir en Colombia, y (en cada uno de nuestros países), es el partido revolucionario, el que encarne la estrategia. Un verdadero partido de clase, obrero, comunista.
El término trabajador incluye a sectores de las clases medias asalariadas, que trabajan, que perciben un salario, pero que no son obreros. Trabajador se considera también el artesano, el comerciante, el pequeño productor, que trabaja. Y hasta sectores de la burguesía pequeña que se considera trabajadora, y por supuesto también la clase obrera, es par- te de esa definición, sea de la ciudad o del campo. El obrero rural es hermano de clase directo del obrero urbano.
Como vemos el término “trabajador” incluye sectores de distintas clases y capas de la sociedad que no son obreras.
Esto no quiere decir que en su composición haya sólo obreros, quiere decir que el contenido de clase de ese partido no deja lugar a dudas, que su perspectiva política no puede ser otra que la lucha por el poder para destruir el Estado de la burguesía, instaurar la dictadura del proletariado, para comenzar a construir la nueva sociedad.
Esta no es la perspectiva de la pequeñaburguesía, de las clases medias del campo y de la ciudad, que tienen ataduras con el régimen de la propiedad privada, porque ellas mismas aspiran a tenerla o incrementarla.
Es muy saludable la preocupación por construir un partido y no un movimiento.
Esto se nota cuando se preocupan por la organización, por el debate interno, el centralismo, y cómo garantizar los derechos de las minorías dentro de la organización. Lo que asegura la mayor cohesión interna es el programa partida- rio. El partido es el programa. Lo esencial en este período es definir el programa, sus lineamientos principales.
Cuando habla de “… contener una capacidad adaptativa a los cambios que registre la formación socioeconómica y sociopolítica en su conjunto a fin de preservar sus posibilidades…”
La formación socioeconómica no modificará su estructura bajo el capitalismo, Colombia seguirá siendo semicolonia del imperialismo, atrasada y de desarrollo desigual y combinado hasta la toma del poder por el proletariado, que empezará a transformar la sociedad desarrollando las fuerzas productivas, llevando adelante las tareas que la burguesía no pudo, no supo y no quiso llevar adelante.
El proyecto de unidad latinoamericana que planteaba Bolívar solo podrá materializarse en los Estados Unidos Socialistas de América Latina, producto de las revoluciones triunfantes en nuestros países. Las recientes experiencias de unidad latinoamericana en manos de corrientes que defienden el orden capitalista han fracasado o han terminado sirviendo a los intereses de las multinacionales.
En cuanto a las modificaciones sociopolíticas, el partido efectivamente debe poder adaptarse a los períodos de legalidad para hacer propaganda, y avanzar con su penetración en los movimientos de masas y también poder adaptarse a los momentos de mayor represión, para mantener en pie la estructura del partido. Esto se garantiza con la cohesión programática, la disciplina, la politización de todos los militantes.
Destacan en el documento “la necesidad de avanzar hacia una convergencia nacional, un gobierno nacional” y resaltan la necesidad de crear “un bloque popular alternativo”.
El documento se denomina “Tesis de Abril por un partido para construir la paz y la perspectiva democrática popular”
En este punto, la guerrilla es enfática en resaltar la cultura como escenario fundamental para la paz. En la tesis 22 “El papel central de la cultura” las Farc afirman que: “Se está frente a la perspectiva de emprender la transformación cultural más importante de la historia reciente: la construcción de una paz estable y duradera de cara a las generaciones futuras”. Luego, en el siguiente bloque “Acompañamiento internacional verificación y participación social” se incluye una tesis sobre el reconocimiento del gobierno de Donald Trump, en EE.UU., al acuerdo de paz.
El sexto y último capítulo está titulado “Transición Política y gobierno de transición”. Y sus artículos los ratifican:
Tesis 57. El gobierno de transición como necesidad de la transición política; Tesis 58. Naturaleza del gobierno de transición; Tesis 59. Contenidos básicos de un programa
de gobierno de transición; Tesis 60. La base política y social para un gobierno de transición; Tesis 61. Posibilidades de ampliación de la base política y social del gobierno de transición.
El “gobierno de transición” será un gobierno burgués si se basa en el respeto a la propiedad privada de los principales medios de producción y en la explotación del trabajo. Insistimos, el punto de partida para comenzar a construir el socialismo es terminar con la burguesía y su Estado por medio de la revolución social.
Es necesario desarrollar este tema, ¿convergencia con quién? ¿con qué sectores?, ¿para desarrollar qué política? No hay que colaborar con ningún partido burgués, ni con el Gobierno. Ni participar en gobiernos con sectores burgueses. Es contradictorio con desarrollar una política que cuestione la democracia burguesa y el régimen de propiedad.
“Perspectiva democrática popular” No hay etapas en la revolución. Para realizar las tareas democráticas y conquistar una verdadera democracia, hay que hacer una revolución social. La burguesía de nuestros países es una clase que se ha entrelazado con los terratenientes, con el capital financiero, y ha renunciado a las tareas que le hubieran correspondido, eso es irreversible. Las masas conquistarán la democracia cuando se apoderen de todos los medios de producción, cuando puedan decidir sobre ellos, cuando se autogobiernen, cuando construyan sus propias organiza- ciones de masas.
“Bloque popular alternativo”, lo mismo, ¿a quien va dirigido este planteamiento? cualquier acuerdo político tiene que incluir cuestiones estratégicas y debe aparecer la política revolucionaria, de la clase obrera. De lo contrario, como enseña la historia, esos bloques son dirigidos por la burguesía o la pequeño-burguesía.
Estas expresiones, “bloque popular alternativo” y “perspectiva democrática popular” no son originales, no provienen del marx-leninismo, por el contrario, su origen debe encontrarse en el revisionismo, en el stalinismo (de cuño castrista o maoísta). Son contrarias a la formulación de gobierno obrero-campesino, (dictadura del proletariado).
“Construir la paz”, “la construcción de una paz estable y duradera” es imposible mientras el imperialismo y el gran capital mantengan la dominación sobre nuestros países. Cuando el régimen burgués no logra contener a las masas dentro de su legalidad apela a la represión, más violenta cuanto más radicales son los movimientos. Es una ilusión peligrosa pensar que se puede alcanzar la paz en una época de descomposición avanzada del capitalismo, donde predominan las tendencias a la guerra, a la imposición violenta de las políticas del imperialismo.
El documento es coherente con su entrega de las armas, aunque introduce análisis correctos de la realidad, no acierta en precisar cuál es su política, su estrategia, lo cual desembocará, si no se corrige a tiempo, en una nueva derrota política para su militancia, ya que el nuevo partido será democratizante.
(artículo de Comité de Enlace por la Reconstrucción de la Cuarta Internacional, CERCI)