Algunos de nosotros recibimos por parte de algunos militantes del PTS el siguiente texto: “Te cuento que la justicia electoral de Santa Fe le bajó la legalidad al FIT por haber sacado pocos votos en las últimas elecciones y se nos cayeron todas las afiliaciones. Entonces necesitamos afiliar o re afiliar a todos lxs compañeras que nos votaron o que simpatizan con nosotros o que al menos quieren que la voz de la izquierda se escuche en las elecciones del año que viene aunque tengan diferencias con nosotros. Se votarán diputados nacionales y concejales. ¿Nos das una mano afiliándote? Si es así, escribirme que te digo cómo hacerlo.”
En primer lugar repudiamos y combatimos las proscripciones políticas por parte del régimen político no solo hacia la izquierda partidaria, sino hacia todo tipo de expresión contestataria y autonomista, proscripción que asume en infinidad de casos mecanismos represivos violentos. En el caso del aspecto legal electoral esta proscripción se expresa en la quita de personería política exponiendo a todas las organizaciones que la perdieron a hacer un desmesurado esfuerzo para conquistarla.
Más allá de la valoración sobre la necesidad de tener o no políticas electorales, lo cierto es que estos mecanismos actúan como profundas barreras. Igualmente queremos señalar algunas cuestiones que a nuestro entender ameritaría un debate amplio entre los que nos definimos de izquierda anticapitalista.
En primer lugar precisar que el FIT era un frente y a la vez una alianza de partidos que habían logrado la legalidad burguesa. El no lograr el piso proscriptivo hizo que los partidos que ponían su personería para la alianza perdieran así su estatus. En este caso en la provincia la alianza legal estaba constituida por el PTS, el PO e IS. No resulta demás decir que el MST (fuerza con el que un mes después conformarían el FITU) también perdió la legalidad. En ese sentido marcamos que los mecanismos proscriptivos funcionan para el FIT, el FITU, sus partidos integrantes y una cantidad de espacios de distintos tamaños y centena de militantes independientes que merecen que su voz sea oída.
Si nos detuvimos en esta explicación es porque consideramos que vuestra proposición de afiliación al PTS, no es una afiliación al FIT (o FITU), sino a su propia organización integrante del mismo. Es importante clarificar esta cuestión, ya que cuando hablamos de la legalidad de la izquierda, hablamos del conjunto de las organizaciones y militantes, y no de una sola organización. Lograr esa legalidad tomando en cuenta sólo las organizaciones que la perdieron, no significaría solo los 4000 afiliaciones que nos plantea el PTS sino más de 20.000 en toda la provincia, lo cual en estas circunstancias es un despropósito completo.
Si bien no es nuestra intención hacer algún balance exhaustivo, la política en las últimas elecciones llevada adelante por los partidos “legales” no ayudó a enfrentar los mecanismos proscriptivos de la justicia y el régimen. Hay que decir que la pérdida de la legalidad en la provincia también fue producto de la incomprensión de un escenario electoral adverso para la izquierda y políticas sectarias y de aparatos que dividieron el voto de la misma. Este balance (lamentablemente ausente en las organizaciones en cuestión) es indispensable para enfrentar las políticas proscriptivas actuales.
POR UNA ACCION UNITARIA PARA EVITAR LA PROSCRIPCION DE TODA LA IZQUIERDA.
Tomando en cuenta este antecedente nos preguntamos si en medio de esta situación compleja, no solo desde el punto de vista social sino político y agudizado por la pandemia: no es necesario aprender de los errores y encarar una acción conjunta que permita articular desde un frente revolucionario y anticapitalista la búsqueda de esa legalidad.
¿No sería un avance en ese sentido articular un frente en este terreno, la unidad para legalizar a toda la izquierda, como manera concreta de enfrentar las limitaciones que nos impone el régimen en medio de esta situación?
Eso, por otra parte, sería un gran paso para poner en pie un agrupamiento sobre la base de un programa revolucionario y anticapitalista (el programa de FITU es un buen punto de partida a desarrollar) que nos permita enfrentar mancomunadamente, a través de debates fraternos y acciones comunes (elecciones incluidas) las situaciones que nos plantea diariamente la lucha de clases.
Un frente que permita incluir a distintas organizaciones más allá de su tamaño y mas allá de matices políticos, a militantes revolucionarios sin partido, que funcione rompiendo con las lógicas sectarias, autoproclamatorias y de aparato, que impida la utilización de la legalidad como arma para imponer candidatos, espacios etc., lo que ha sido más de una vez la reproducción lamentable de culturas burguesas al interior de la propia izquierda.
Sin que nadie pierda su identidad, poder trabajar a través de publicaciones comunes, plenarios, asambleas de simpatizantes reflejando de esa manera las distintas posiciones y los consensos necesarios para actuar. Y en este caso concreto las afiliaciones que nos exige la legalidad. Esta propuesta está obviamente vinculada a aquel planteo que alguna vez hizo el PTS de partido único de la izquierda, debate que a nuestro entender merece ser continuado.
Quienes firmamos esta declaración somos militantes anticapitalistas, activistas y/o simples votantes del FITU. Hemos participado la mayoría de nosotros en luchas importantes, levantando la necesidad de políticas de independencia de clase en una perspectiva socialista y revolucionaria. Creemos que la búsqueda de una unidad principista es un trabajo indispensable para los revolucionarios y tomar conjuntamente la tarea de las afiliaciones puede ser un importante avance, un primer paso en ese sentido. Pero para eso debemos empezar por coincidir en que queremos la legalidad para toda la izquierda y no solo para alguno o algunos de sus agrupamientos.
Desde ya, y estando abiertos a debatir los mecanismos concretos para llevar adelante este objetivo y a sumarnos a una acción conjunta para evitar todo tipo de proscripción, los saludamos fraternalmente.
PRIMEROS FIRMANTES:
Claudio Rosales
Fernando Gustavo Armas
Leonidas Noni Ceruti
Daniel Berrettoni
Luis Cuello,
Marta Ortega
Valeria Aragone
Enzo Carelli
Romina Argentino
Alejandro Iván Armas,
Analía Ruscica
Marcela Fioretti
Javier Ruiz
Susana Di Pato
Roberto Caramés
Miguel Espinaco
Gustavo Martínez
Silvina Guala
Daniel Papalardo
Inés Rosbaco
Jorge Omar Romero
…y esta carta sigue abierta al debate y a quienes quieran sumar su firma