por Paul Walder
Los representantes más conservadores y autoritarios de las derechas pueden lograr este domingo un triunfo holgado en las elecciones de consejeros constitucionales, resultado que le prepararía el terreno para elaborar una constitución a la medida de todos sus intereses. Esta escena llevó ayer al senador y presidente de RD Juan Ignacio Latorre a trazar una proyección táctica hacia el resto del año. «Si la derecha más la extrema logra sumar los 3/5», el texto podría quedar «peor que la Constitución del 80», lo que podría significar tener que rechazar la propuesta de Carta Magna.
Las palabras del senador Latorre están basadas en el clima nacional, que ha sufrido un fuerte desplazamiento hacia las posturas autoritarias y conservadoras levantadas principalmente por el Partido Republicano de José Antonio Kast y el Partido de la Gente de Franco Parisi. En esos mismos sondeos la derecha tradicional de Chile Vamos sufre una fuerte caída, pero no tan violenta como las ideas centristas representadas por la DC, el PPD y el PR, que prácticamente desaparecen. El progresismo oficialista se mantiene en esos sondeos con más o menos un tercio, que difícilmente impedirá frenar a la derecha más dura.
Los sondeos están refrendados por analistas y expertos electorales. Marta Lagos escribe diariamente en twitter y da ganador al PR. Hay un escenario posterior al 7 de mayo, que podría afectar al gobierno tan mal o peor que el resultado del 4 de septiembre pasado. En La Moneda, filtra esta mañana El Mostrador, hablan de encuestas que vaticinan que las fuerzas progresistas solo alcanzarían 18 de los 50 escaños en disputa.
«El oficialismo parece que no alcanzará los 21 escaños pero no será el mas derrotado,la verdadera derrota se dará en la derecha y los cambios de mando entre sus partidos. Los republicanos se quedan con el sartén y el mango también», escribió este viernes Marta Lagos.
El último sondeo es del domingo pasado realizado por Panel Ciudadano. Es un documento confidencial pero ya conocido por periodistas y analistas y pone las cosas en un lugar nuevo para las estructuras políticas de los últimos 30 años.