Sauditas y otros miembros de la OPEP anuncian sorpresivo recorte de la producción de petróleo ante la preocupación por la recesión

por Nick Beams

Por sorpresa, Arabia Saudí y otros miembros del grupo petrolero OPEP+ han anunciado un recorte de la producción de algo más de un millón de barriles diarios, que correrá a cargo principalmente de los saudíes y Rusia. La medida parece responder al temor a una ralentización mundial derivada de las recientes turbulencias del sistema bancario.

Arabia Saudí dijo que haría un recorte ‘voluntario’ de 500.000 barriles diarios, algo menos del 5% de su producción, en coordinación con otros países.

El anuncio provocó un repunte en el mercado del petróleo al iniciarse la semana, con subidas del 7% tanto en el precio de referencia estadounidense como en el mundial.

Según el Financial Times (FT), la decisión fue inusual, ya que tuvo lugar fuera de una reunión formal de los países productores de petróleo, ‘lo que sugiere un elemento de urgencia por parte de los miembros que participan en los recortes’.

El mercado se vio sorprendido. Según Bloomberg, los 14 operadores y analistas encuestados la semana pasada predijeron que no habría cambios en la producción. Tomaron como ejemplo al ministro saudí de Energía, el príncipe Abdulaziz bin Salman, quien declaró el mes pasado que los objetivos de la OPEP+ fijados en octubre pasado estaban ‘aquí para quedarse el resto del año, y punto’.

Sin embargo, las turbulencias financieras, desencadenadas por la quiebra del banco estadounidense Silicon Valley Bank, la segunda mayor en términos monetarios de la historia de Estados Unidos, y la absorción forzosa de Credit Suisse por UBS parecen haber cambiado esos cálculos.

Crece la preocupación de que los trastornos financieros y la consiguiente crisis crediticia, ampliamente pronosticada, puedan desencadenar una ralentización de la economía mundial, si no una recesión.

Inmediatamente después de la crisis bancaria, los precios del petróleo cayeron a mínimos de 15 meses antes de recuperarse, pero es evidente que preocupa que puedan volver a caer si se desarrollan tendencias recesivas.

El Wall Street Journal (WSJ) citó a ‘personas familiarizadas con la situación’ que afirmaron que la decisión fue ‘negociada principalmente entre los saudíes y los rusos para adelantarse a una desaceleración mundial y subir los precios para financiar los ambiciosos proyectos nacionales de Arabia Saudí y reponer las reservas de Rusia’.

El régimen saudí está llevando a cabo un gasto masivo para intentar alejar la economía de su dependencia del petróleo y convertirla en un centro turístico y de negocios.

La agencia de prensa saudí calificó el recorte de producción de ‘medida de precaución destinada a apoyar la estabilidad del mercado’.

Bloomberg citó los comentarios de Gary Ross, consultor petrolero de larga trayectoria, quien afirmó que los productores de petróleo estaban siendo ‘proactivos y adelantándose a los acontecimientos’ e intentando liberar los precios del petróleo de las garras del sentimiento macroeconómico, es decir, la perspectiva de que la economía mundial se está ralentizando.

El WSJ informó de los comentarios de Christyan Malek, director mundial de estrategia energética de JPMorgan Chase, que dijo: ‘Dado el carácter preventivo de las decisiones de la OPEP, está claro que hay algo que la OPEP sabe sobre la tendencia de la demanda y los inventarios que aún no hemos descubierto del todo en el equilibrio general de la oferta y la demanda’.

La decisión aumentará las crecientes fricciones entre Estados Unidos y su viejo aliado, Arabia Saudí.

En respuesta a la decisión, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense declaró: ‘No creemos que los recortes sean aconsejables en este momento, dada la incertidumbre del mercado, y lo hemos dejado claro’.

El jueves de la semana pasada, la secretaria de Energía estadounidense, Jennifer Granholm, anunció que la administración Biden se disponía a recortar el petróleo. Dijo que la administración Biden no iba a actuar con rapidez para reponer las existencias de sus reservas de petróleo, que se agotaron en un intento de contrarrestar la rápida subida de los precios de la gasolina a mediados del año pasado.

Granholm declaró en una comparecencia ante el Congreso que se tardarían ‘años’ en rellenar la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos. En opinión de los saudíes, esto suponía un incumplimiento de las garantías dadas por la administración de que realizaría nuevas compras para su reserva si el precio bajaba.

Granholm dijo que EE.UU. quería volver al nivel en el que estaba, pero añadió que ‘llevará unos años’ y que ‘se tarda más en rellenar que en extraer’.

Los últimos recortes se suman a los del pasado mes de octubre, cuando la agrupación de la OPEP redujo la producción en unos 2 millones de barriles diarios.

Biden había viajado a Arabia Saudí en julio para promover un aumento de la producción, pero se fue con las manos vacías.

En cambio, los saudíes anunciaron recortes menos de tres meses después, lo que llevó a la Casa Blanca a acusar a la OPEP+ de ponerse del lado del presidente ruso, Vladimir Putin, y a advertir de que habría ‘consecuencias’ para Arabia Saudí.

El último movimiento saudí es indicativo de cambios económicos y políticos más amplios, que fueron señalados por Helima Croft, jefa de estrategia de materias primas de RBC Capital Markets.

‘Es una política que da prioridad a Arabia Saudí. Están haciendo nuevos amigos, como vimos con China’, dijo, refiriéndose al reciente restablecimiento de relaciones diplomáticas con Irán orquestado por Beijing.

Arabia Saudí estaba enviando un mensaje a Estados Unidos de que ‘ya no es un mundo unipolar’.

‘Vemos esta decisión tan cerrada como un indicio más de que los dirigentes saudíes están tomando sus decisiones sobre la producción de petróleo con la vista puesta claramente en sus propios intereses económicos’, afirmó.

(Foto de portada: El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammad bin Salman Al Saud (Crédito: en.kremlin.ru) [Photo by en.kremlin.ru / CC BY 4.0]/ Nota tomada de WSWS)

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