Poema de Aniceto Hevia: «Desaparecidos»


                               A la humanidad rebelde.   

Del jardín desapareció la menta y la lavanda
El aroma desapareció en el aire 
El céfiro de la muerte disolvió su forma,

En el camino gris las sandalias de Clotario
Se hundían en el trumao de la historia
La cruz iba al hombro,
La cruz y las flores de papel al viento,
La procesión sofóclea bajo un sol
Inclemente y gris,

En Laja y Lonquén no hubieron de estar
No estaban ni Luis Bernardo ni Jorge Antonio,
Ni el alcalde, ni ese niño de catorce,
Tampoco las embarazadas que fueron ocho,

Tampoco hubieron de estar
por allá en Los Molles
donde apareció la Marta Ugarte
entre alambres, rieles y balas,

Los desaparecidos me aparecen en sueños
Aparecen como un destello sombrío
Retornan del olvido como un chispazo azul
De seco corto circuito anómalo y se van,

El tibio abrazo no fue,
El buenos días nadie lo dijo,
Las cortinas nadie las abrió,
Sobre la alacena una foto Kodachrome
Que hasta el marco perdió su color,
No se ve la sonrisa de las vacaciones del 71,
No se ven la pelota de fútbol y la sombrilla,
Él desaparecido ya no está en la foto
Y la familia se desvaneció fantasmal,

Todo parece inerte
El transcurrir atrapado como un pez
En su pecera,

Los desaparecidos se quedaron
Para siempre en otra parte.

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