Su autor, Stephen Pyne, es doctor en historia y bombero forestal en 15 temporadas entre 1967 y 1981 en el Parque Nacional del Gran Cañón. En su texto condensa algunas de las lecciones de un pensador, estudioso y conviviente con el fuego.
Stephen Pyne es un intelectual de talla mayor. Si bien ha trabajado fuertemente sobre el fuego , su obra se extiende por temas de de historia terrestre como el Hielo, las exploraciones, el Pleistoceno. Su sitio web contiene una ojeada a sus libros, así como una biografía intelectual breve, pero vibrante.
Entre sus obras destacamos asimismo «Voice & vision», una guía para escritura no ficcional, un verdadero bocado no sólo para historiadores.
Un guía de campo para el trabajo de los investigadores de ciencia que se empeñan en una escritura de valor.
«… las naciones en desarrollo tienden a tener demasiado fuego de superficie del tipo equivocado y las naciones industrializadas, demasiado poco del tipo correcto» escribe Stephen Pyne junto a su hija Lydia. Fuegos correctos, fuegos incorrectos, fuegos de superficie, fuegos de no superficie»
¿Qué significa toda esta jerga? ¿Cuál es su utilidad inmediata?\\
Lo que se parafrasea en esta cita es algo más que un simple juego de conceptos. Se trata de un consistente esfuerzo intelectual para comprender un problema al cual los lugares comunes ya no dan respuesta. El fuego es algo más que un enemigo, un peligro o un riesgo. El fuego es un desafío comprensivo, un cuestionamiento de nuestras estructuras conceptuales y categorías institucionales, incluso de nuestro modo civilizatorio, de nuestros valores y de nuestras relaciones.
Comprender intelectualmente el fuego es imprescindible, si queremos entender por ejemplo, cómo fue posible el drama incendiario que el verano pasado, arrasó cientos de miles de hectáreas en las regiones de Maule (284.396 ha), Bío-Bío (124.046 ha) y O’Higgins (107.462 ha) en Chile.
Volviendo a su distinción entre fuego correcto e incorrecto, lo que intenta señalar Pyne es la condición urgentemente necesaria del fuego para nuestra vida.
Si requerimos del fuego como del oxígeno mismo, es porque el fuego es un proceso biológico imprescindible para nuestra humanidad eréctil y deambulante, en un planeta peculiar en condiciones de ignición.
Una de las cuestiones que más apremia a Pyne es el rol de los humanos monopolizando el fuego.
Si el fuego es una propiedad compartida con otros erectinos, como Australopitecus} o dentro del mismo género Homo,lo cierto es que en las condiciones geológicas actuales y dada las características de los sapiens, la búsqueda de un fuego cerrado y oculto -al interior de los motores, de nuestros hornos- alimentados por combustibles fósiles, despliega necesariamente una contracara de fuegos salvajes de superficie.
Los editores, junto a los organizadores de la 12 Feria del Libro Independiente de Valparaíso (FLIV)presentan ese libro el domingo 1 de abril de este año, en el Auditorio del Centex, Plaza Sotomoyar (Centro de Extensión del Consejo de la Cultura, las Artes y el Patrimonio), ubicado en el subsuelo , a las 18.00 hrs.
EP