Francia: presupuestos 2019 Macron el Robin de los Bosques al revés

por Henri Wilno //

 

Los documentos presupuestarios para 2019 (presupuestos del Estado y ley de financiación de la Seguridad Social) se preparan en un contexto económico mediocre. Razón de más, por parte del poder, para dar aún más a la patronal y a la gente rica y golpear a los demásEmmanuel acronyme

El gobierno esperaba, al comienzo, un crecimiento de la economía del 2% en 2018 y el 1,9% en 2019. Debido a la ralentización del primer semestre, ha tenido que revisar sus previsiones al 1,7% para cada uno de los dos años (y muy recientemente el Banco de Francia ha anunciado esperar más bien el 1,6% para 2018).

Fracaso económico de Macron

Es claramente un fracaso para la política económica de Macron. En su opinión, reducir impuestos (a las empresas y a la gente rica) y reducir obligaciones (a la patronal) se traduce en más inversión y por tanto en mayor crecimiento y más empleos. El 1 de enero de 2018 entraron en vigor las medidas de bajada de impuestos sobre el capital y las ordenanzas sobre el código de trabajo. Todo estaba teóricamente en pie para reforzar el crecimiento y la competitividad, favoreciendo la inversión supuestamente desalentada por la fiscalidad del capital y la “rigidez” del mercado de trabajo. De hecho, el crecimiento se ha frenado brutalmente durante el primer semestre de 2018.

Esta ralentización se explica en gran medida por el frenazo del consumo de las familias, causado por los nuevos impuestos sobre el tabaco y la gasolina, y por la subida del CSG (Contribución Social Generalizada -un impuesto destinado a participar en la financiación de la protección social. Afecta al conjunto de las rentas de las personas que residen en Francia). Globalmente, las decisiones gubernamentales han contribuido a una clara ralentización de la economía francesa en este comienzo del año 2018. Menos crecimiento se traduce en menos recaudación fiscal; el déficit debería por tanto permanecer estable, alrededor del 2,6% del PIB (como en 2017) contra el 2,3% previsto.

Se ataca a la misma gente

En 2019, este déficit debería subir. La decisión de transformar el Crédito de Impuesto Competitividad Empleo (CICE) bajando las cotizaciones sociales patronales va a costar “una pasta gansa” (referencia a la expresión de Macron para referirse al coste de las prestaciones sociales en un vídeo viral, ndt). El gobierno ha decidido poner en pie esta bajada de cotizaciones desde el 1 de enero de 2019, cuando, en 2019, el Estado deberá también pagar el CICE de 2018. Esto provoca un coste suplementario de cerca de 20.000 millones de euros además del coste “habitual” del CICE que es prácticamente equivalente. Es un nuevo regalo para las empresas, que disfrutarán también de la prosecución de la bajada del impuesto sobre las sociedades. Sumas que no tienen nada que ver con el “plan pobreza”: 8.000 millones de euros en 4 años, es decir al año 20 veces menos que los 40.000 millones de las empresas en 2019.

Como hay que sacar el dinero de alguna parte, Edouard Philippe (Primer Ministro) ha anunciado que las prestaciones sociales y las jubilaciones -a excepción de los mínimos sociales que no se tocarían- crecerán el 0,3% al año. Pero la inflación se ha despegado de nuevo: el valor real de las prestaciones debería retroceder más del 1% en 2019 (1,2% si la subida de los precios es del 1,5%). ¡Y esto afectará incluso a las jubilaciones más pequeñas y se añadirá a la subida de la CSG en las jubilaciones en 2018!.

Por lo demás, va a haber recortes un poco en todas partes. Entre ellos, la supresión de 1.800 puestos de trabajo en la educación es un primer aviso. El gobierno está pensando cómo hacerlos. Macron confirma claramente su estatura de Robin de los Bosques al revés: ¡quitar a la gente pobre para dar a la rica!

19/09/2018

(Tomado de NPA)

 

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