por Juan García Brun
Conversamos con Álvaro Silva el director de este proyecto hace unos días, músico y pintor de 56 años, natural de Laguna Verde, quien es el responsable del lanzamiento de esta obra teatral que se hace cargo de recrear la historia de Alsino, protagonista de la icónica novela de Pedro Prado que trata de un Ícaro chileno, del Valle central que padece el crecimiento de sus alas. Tal metamorfosis sirve de excusa para la que ha de ser quizá la principal novela poética del canon nacional y latinoamericano.
Pedro Prado terminó de escribir su novela el 29 de septiembre de 1920, siendo publicada poco tiempo después. La crítica destacó la excepcionalidad de la obra señalando que: «Alsino, en la cual, dicho sea desde luego, se encontrará la mezcla más singular de elementos que, por lo general, no marchan juntos: mezcla de realismo y de fantasía, de emoción y de humorismo, de abstracción y de sentido de lo concreto, de universalidad y de colorido local, de lirismo y de trivialidad, de claridad y de oscuridad, de simplicidad y de complicación, y quizás de muchas cosas más aun».
No es primera vez que Alsino sale del cántaro de su obra. De hecho, en su tiempo sirvió de inspiración para un poema sinfónico, La muerte de Alsino, escrito por Alfonso Leng, quien lo presentó en 1922.
Álvaro nos explica que el desafío de esta obra es mayúsculo, máxime que se realizará en una sala pequeña en Plaza Sotomayor, tomando un formato en el que el radio teatro permite el desarrollo de la historia, mezclado con representaciones teatrales en que el propio Prado es protagonista. «Hay música y sorpresas» advierte. Luego señala «A Alsino le salen alas dolorosamente y cien años después sigue siendo una poderosa narración de la sociedad en que vivimos, rodeados de Alsinos»
La obra se estrena este 3 y 4 de febrero la Casa Puerto Mayor, ubicada el corazón porteño de Cochrane 579 (frente al Ministerio de la Cultura pero sin su apoyo). La actuación y la música estarán a cargo de Roberto Pablo, Rodolfo Cepeda, Oscar Gutiérrez, Lili y otros.
La asistencia a esta obra es obligatoria para todo porteño.