por Patricio Concha
A través de un vídeo institucional, Ricardo Alvo, CEO de la línea aérea, confirmó con el desdén que acostumbran que “hemos llegado a la conclusión que no tenemos ninguna otra opción que empezar a achicar el grupo y eso significa, entre otras cosas, que vamos a tener que dejar ir a algunas personas que trabajan con nosotros”.
En la burlesca grabación, Latam justificó el dejar sin ingresos a las familias de estos trabajadores en el haber paralizado gran parte de sus operaciones durante estos meses, sin embargo, la aerolínea no hizo referencia a los más de 190,4 millones de dólares que obtuvo solo en ganancias durante 2019.
Esta es la tercera vez que entra en cuestión la empresa transnacional durante la cuarentena, luego que en marzo los ejecutivos de Latam demandaran a sus empleados una reducción a la mitad de los salarios y a fines de abril se conociera que la firma haría un reparto de sus utilidades entre sus accionistas por más de 42.000.000.000 de pesos, al dólar de hoy. Y, acaso ¿con todos esos millones no alcanzan a dar los sueldos de sus trabajadores?
Cabe señalar que estos despidos masivos serían realizados en cuatro de los países donde opera la compañía: Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
Justamente este viernes el gobierno entregó el balance de cifras en el ámbito laboral. De acuerdo a lo mencionado por la ministra del trabajo, María José Zaldívar, solo en abril hubo un aumento de 238.115 trabajadores y trabajadoras desempleadas. Según los mismos datos, se puede observar que la causal “caso fortuito o fuerza mayor” tuvo un alza de 508% respecto a las invocadas en abril de 2019. Igualmente, las suspensiones al contrato de trabajo totalizan a 549.155 personas.
Ante la grave situación es urgente levantarse contra los despidos, las suspensiones y las rebajas salariales, cuyo causante el sistema que sustenta las exuberantes ganancias del gran empresariado y el trato inhumano que sufren millones de asalariados, evidenciado en la ley de destrucción del empleo aprobada por la derecha, la ex Nueva Mayoría incluido el Partido Comunista, sumado al Frente Amplio; que ha afectado a más de un millón de familias en el país.
Para que esta crisis no la sigamos pagando los trabajadores tenemos que exigir a todos los sectores que dicen estar del lado del pueblo, y sobre todo a organizaciones sindicales que llevan meses de pasividad, que den un giro a luchar por la prohibición legal de los despidos, por la reincorporación de todos los desvinculados, por el pago íntegro de los sueldos, por licencias laborales pagadas en caso de riesgo o enfermedad y por la apertura de los libros contables para que deje de ser un cuento la “transparencia de las empresas” y se conozca quiénes las controlan realmente y en qué países, o islas paradisíacas, tienen su patrimonio. El problema no es de cuántos trabajadores hay dentro de las empresas o cuánto es nuestro sueldo, que por cierto no alcanza a cubrir ni siquiera la canasta básica familiar, sino que el problema es la dictadura de esta cleptocracia de empresarios avariciosos, políticos corruptos y burocracias sindicales en cuarentena permanente. Ellos son la verdadera pandemia.
(Tomado de La Izquierda Diario)