por Alex Lantier
El Primero de Mayo, la jornada internacional de solidaridad de la clase trabajadora, el presidente francés Emmanuel Macron desplegó hordas de policías antidisturbios fuertemente armados cuando millones protestan los recortes jubilatorios que impuso pese a una oposición popular contundente. Los médicos presentes asistieron a 200 manifestantes heridos, incluyendo a 30 en condición grave, así como 2.000 casos de inhalación de gas lacrimógeno.