por Johannes Stern
Roger Waters visitó Berlín como parte de su gira This Is Not a Drill (Esto no es un simulacro) el miércoles y el jueves de la semana pasada. Sus conciertos ofrecieron dos emocionantes veladas en la Arena Mercedes-Benz, a orillas del Spree, con las entradas casi agotadas. Miles de berlineses de todas las generaciones elogiaron la música del cofundador de Pink Floyd, de casi 80 años, así como sus claras declaraciones políticas.