¿Qué es lo que constituye el maoísmo? ¿Qué representa, como idea política y como corriente, en el comunismo contemporáneo? La necesidad de esclarecer estas cuestiones se ha hecho de lo más urgente debido a que el maoísmo compite abiertamente con otras escuelas de pensamiento comunista por el reconocimiento internacional. Pero ya antes de iniciar esta competición el maoísmo había existido como corriente, y luego como tendencia dominante del comunismo chino durante treinta o treinta y cinco años. Bajo su bandera, las fuerzas principales de la revolución china emprendieron la más prolongada guerra civil de la historia moderna y consiguieron la victoria en 1949, abriendo la mayor brecha en el capitalismo mundial desde la Revolución de Octubre y sacando a la Unión Soviética de su aislamiento. Difícilmente puede sorprender que el maoísmo saliera finalmente de sus fronteras nacionales y solicitara para sus ideas la atención mundial. Lo sorprendente es que no lo haya hecho antes, y que permaneciera durante tanto tiempo dentro de los límites de su experiencia nacional.
Stalinismo
España en la década de los 70: cómo se traicionó la revolución
por Alan Woods //
El 6 de diciembre se cumplieron 40 años desde que la Constitución española fue aprobada después de décadas de brutal dictadura bajo Franco. Pero como explica Alan Woods (testigo de estos acontecimientos históricos), la llamada Transición a la democracia fue una traición colosal maquinada por los líderes de la clase obrera española, que dejó intactos los pilares principales del antiguo orden reaccionario.
Isaac Deutscher: Las raíces de la burocracia
Somos testigos de una clara tendencia al aumento de la burocratización de las sociedades contemporáneas, independientemente de sus estructuras sociales y políticas. Los teóricos de Occidente nos aseguran que el ímpetu de la burocratización es tal, que vivimos ya bajo un sistema ”managerial” que ha llegado a reemplazar casi imperceptiblemente al capitalismo. Por otro lado, tenemos el enorme, asombroso crecimiento de la burocracia en las sociedades postcapitalistas del bloque soviético, y especialmente en la Unión Soviética. Nos asiste toda la razón al tratar de elaborar alguna teoría de la burocracia que sea más completa y satisfactoria que el cliché tan de moda como en gran medida sin sentido de ”sociedad managerial”. Sin embargo, no es fácil abordar el problema de la burocracia; en esencia este problema es tan viejo como la civilización misma, aunque la intensidad con que ha aparecido a la vista de los hombres ha variado grandemente según las épocas.
El Stalin de Deutscher
por Pepe Gutiérrez //
En unas de las páginas electrónicas con pretensiones negacionistas, podemos leer: “…Transcurridos más de 50 años de la muerte de Jósef Vissarionovich Dzhugashvili (Stalin) persiste el debate entre sus detractores y defensores”. Sin embargo, esto podía ser cierto hace unas cuantas décadas, actualmente no lo es. Actualmente, exceptuando alguna agrupación arcaica del PCE o de las JCE, algún sector del Partit Comunista de Catalunya (PCC), sectores minoritarios de Corriente Roja, y algún que otro clásico como el PC m-l, el estalinismo no tiene ni que le defienda ni quien la escriba. El lector avisado que está al tanto de lo aparece, sabe encontrar una obra que defienda frontalmente Stalin y el estalinismo es tan difícil como efectuar una raya en el agua.
Tạ Thu Thau, líder trotskista vietnamita
En 1945, hace 70 años, Ta Thu Thau (gran luchador contra el colonialismo francés y principal dirigente trotskista de Vietnam) moría fusilado por los estalinistas, de acuerdo a las órdenes de Ho Chi Minh. Como homenaje, reproducimos el texto de un autor vietnamita.
Cronología del movimiento autogestionario (Checoslovaquia 1968)
por Charles-André Udry y Milos Barta //
La mayoría de los medios, en este 20 de agosto de 2018, recuerdan la intervención -hace 50 años- de las tropas del Pacto de Varsovia que intentaban aplastar el movimiento de emancipación social y política que había tomado forma, claramente desde 1967, en una Checoslovaquia calificada oficialmente desde como «democracia popular». La mayoría de los análisis tratan por una parte sobre las «razones de la intervención militar» y, por otra, sobre las múltiples manifestaciones de resistencia activa que duraron meses.
Entrevista a Grandizo Munis: lecciones de una derrota (1939)
¿Crees que las causas de la caída de Barcelona han sido estrictamente militares, y debidas únicamente, como lo escribe en Francia la prensa del Frente Popular, a la formidable superioridad de los franquistas en cuanto a armamento?
Esta superioridad es innegable. Era incluso mayor de lo que comúnmente se cree, a pesar de la ayuda soviética y debido a las responsabilidades que recaen en este punto sobre las organizaciones obreras españolas e internacionales. Pero las razones profundas del desastre catalán, como de las demás derrotas gubernamentales durante la guerra civil, sólo pueden hallarse en la política del bloque gubernamental del Frente Popular. Hay que darse cuenta que esta política apuntaba desde el 20 de julio de 1936 a debilitar las conquistas del proletariado. Militarmente, a pesar de la propaganda del Frente Popular, esta política sólo podía crear una «disciplina» en el sentido burgués de la palabra, mecánica y represiva, sin dar a los soldados organización y capacidad técnica. Los resultados concretos fueron el monopolio de todos los mandos en manos de arribistas sin capacidad militar, lo cual conllevaba una disciplina que sólo se ejercía contra los soldados para mantener los privilegios de los advenedizos. Mientras que los verdaderos proletarios que habían hecho la experiencia de la guerra y habían adquirido capacidades militares seguían siendo simples soldados, o eran relegados a puestos inferiores. Los soldados tenían el sentimiento que la organización del famoso «ejército popular» sólo se hacía para garantizar los privilegios de los advenedizos y de la casta militar para impedir cualquier actividad política a la base. En los momentos decisivos y peligrosos, esta organización conducía inevitablemente a la huida del mando o a su paso al enemigo, a la derrota de las tropas que se sentían traicionadas, a una retirada caótica, a innumerables pérdidas de material, debidas mucho más a la incapacidad o al derrotismo del mando militar «popular» que al avance o capacidad del enemigo. En cuanto a la actitud característica de los militares profesionales se puede citar al general Rojo, oficial profesional, comandante al principio de la guerra y responsable directo de la derrota de Borox, Illiesca y Getafe, con el general Puydengolas. Los comités de milicianos los acusaron a ambos de traición concertada. Arrestaron a Puydengolas y lo fusilaron. Pronunciaron la misma sentencia contra Rojo que pudo escapar y esconderse en el Ministerio de Guerra bajo la protección de Largo Caballero. De ahí salió para convertirse en… Jefe del Estado Mayor. Se podrían citar muchos más ejemplos de este tipo para caracterizar la actitud de los militares profesionales que siguieron «fieles» a la «República». Al principio traicionaban de forma deliberada. Cuando se percataron de la política resueltamente anti-obrera y contra-revolucionaria de Negrín, pudieron manifestar mayor fidelidad a la burguesía. El proletariado seguía desconfiando igualmente de ellos. La fidelidad al Frente Popular ya sólo significaba para ellos fidelidad a la burguesía que reprimía a los obreros. La traición había sido canalizada por una vía más estrictamente política.
La caída del comunismo que nunca lo fue
por Pepe Gutiérrez-Álvarez //
Se habla de “comunismo” como sinónimo de lo prosoviético, o de militante o simpatizante de un partido identificado con el concepto “comunista” que a su vez confunden con lo peor del estalinismo, así por ejemplo en el ejército norteamericano (y sus aliados) luchaban en Vietnam contra los “comunistas” incluyendo en este apartado a todos los que se oponían aunque fuesen sacerdotes budistas…Como es sabido, el concepto no se refiere a ningún plan de gobierno o manera de gobernar sino a un propósito futuro con el que, por cierto, se han identificado concepciones muy diversas, y sobre el cual Marx se prohibió hacer elucubraciones. Conviene señalar que esta condena está ligada a un contexto. Comienza a darse en los años ochenta, para establecerse sin discusión como una consecuencia inexcusable de lo que se ha llamado “la caída del comunismo”
La Iglesia en la guerra civil española: memoria histórica, asesinatos y beatificación
por Jaume Botey //
La beatificación masiva de religiosos, religiosas y sacerdotes fusilados durante la Guerra Civil en la zona republicana constituye, objetivamente, una nueva humillación a los fusilados por los franquistas, que durante más de 70 años han sido silenciados. Franco los castigó con la condena y la muerte y la Transición los castigó con el olvido. El pretexto era no reabrir heridas. Quienes gestionaron la Transición temieron que poner a la luz pública lo que ocurrió podía poner en cuestión el alzamiento, la guerra, el franquismo y la misma Transición, es decir, los cimientos de la España actual. Porque todo el mundo desea que los “suyos” desempeñen el papel de víctimas y no el de victimarios.
El movimiento trotskista internacional y las revoluciones de posguerra: un análisis de sus (re) lecturas teóricas y programáticas (1944-63)
por Marcio Lauria Monteiro
La Cuarta Internacional fue fundada en 1938 por León Trotsky, luego del abandono de la condición de la fracción externa que la Oposición de Izquierda Internacional mantuvo ante la Comintern hasta 1933 y su opción de tornarse un nuevo partido internacional. Mas, desde su fundación, ella se encontraba bastante frágil, una vez que prácticamente toda la dirección de la antigua Oposición fuera asesinada por los stalinistas a lo largo de la década de 1930, teniendo León Trotski el mismo destino en 1940. Así, sumando un frágil liderazgo a las duras condiciones impuestas por la Segunda Guerra Mundial, la nueva internacional, en la práctica, dejó de existir durante el comienzo de los años 1940, viniendo a ser reorganizada entre los años 1944-48, a partir de la suma de los esfuerzos de una nueva generación de jóvenes militantes europeos con los del liderazgo del Socialist Workers Party (SWP) de los EEUU y otros veteranos.
Fulgor y muerte de la revolución
Pocas veces un triunfo político tan deslumbrante y esperanzador como la toma del poder por los soviets en la Rusia zarista tuvo un desenlace tan dramático y devastador para la conciencia del movimiento popular en todo el mundo. Este es el meollo de la cuestión que intentan explicar buena parte de los artículos de Espacio Público del debate titulado “Hablemos de la Revolución de Octubre”. Pero es pertinente hacerse algunas preguntas. ¿Tiene algún interés reflexionar sobre acontecimientos ocurridos en Rusia hace un siglo? ¿Por qué se han publicado más de 11.000 artículos en el mundo durante los meses de setiembre y octubre de 2017 y se han realizado centenares de seminarios y conferencias sobre la “revolución bolchevique”? ¿Podemos rescatar algo de aquel legado? ¿Acaso cabe aprender algo de la experiencia
La Revolución de Octubre y la guerra de las interpretaciones
1. Introducción
Estas notas se inscriben en el espacio de la “gran derrota” del “desafío soviético”, pero también en el inicio de una nueva coyuntura en la que el “pensamiento único” sobre Octubre del 17 está siendo contestado, de una réplica que se está manifestando en la propia amplitud que el centenario está logrando en muchas partes. De alguna manera, este combate por la historia está resultando como una reedición de otras “resurrecciones”, solamente que esta vez el pozo de la derrota ha sido infinitamente mayor. También sucede que después de todo lo que ha caído, la explicación del siglo ha perdido en homogeneidad y ha ganado, si acaso, en matiz, ahora ya no solamente hay debate entre las escuelas, es que cada escuela representa puntos de mira bastante diversificados
El socialismo traicionado. Detrás del colapso de la Unión Soviética 1917-1991
por Roger Keeran y Thomas Kenny //
Este libro trata del colapso de la Unión Soviética y de su significado para el siglo XXI. La magnitud de la debacle dio lugar a declaraciones extravagantes por parte de los políticos de derechas. Para ellos, el colapso quería decir que la Guerra Fría había terminado y que el capitalismo había ganado. Significaba «el fin de la historia». De ahí en adelante, el capitalismo iba a representar la forma más elevada, la cumbre, de la evolución económica y política. La mayoría de los que simpatizaban con el proyecto soviético no compartían este triunfalismo de derechas. Para estas personas, el colapso soviético tuvo consecuencias decisivas, pero no alteró la utilidad del marxismo para comprender un mundo que se formaba, más que nunca, a través del conflicto de clases y las luchas de los colectivos oprimidos contra el poder corporativo, ni hizo tambalear los valores y el compromiso de los que estaban de parte de los trabajadores, los sindicatos, las minorías, la liberación nacional, la paz, las mujeres, el medio ambiente y los derechos humanos. A pesar de todo, lo que le había ocurrido al socialismo representaba tanto un desafío teórico al marxismo como un desafío práctico con respecto a las posibilidades futuras de las luchas anticapitalistas y del socialismo.
¿Fue inevitable el estalinismo?
por Eric Blanc// Durante casi un siglo, el ascenso del estalinismo en Rusia ha ocultado el proyecto emancipatorio de la revolución de 1917. Los críticos liberales y conservadores insisten en …
Stalinismo: Herejes y renegados
Uno de los efectos más nocivos del estalinismo consistió en dar una coartada ideológica a la cooptación por parte del liberalismo de intelectuales y cuadros de la izquierda. Echando a …
León Trotsky: ¿Qué es la objetividad histórica?
1° de abril de 1933//
Todas las personas digieren sus alimentos y oxigenan su sangre. Pero no cualquiera se atreve a escribir un tratado sobre digestión y circulación sanguínea. No ocurre lo mismo con las ciencias sociales. Puesto que todas las personas viven bajo la influencia del mercado y de los procesos históricos en general se considera que basta con tener sentido común para escribir tratados sobre temas económicos y, sobre todo, histórico-filosóficos. En general, lo único que se le exige a un trabajo histórico es que sea «objetivo». En realidad, cualquiera que sea el sentido de este término altisonante en el lenguaje del sentido común, el mismo no tiene nada que ver con la objetividad científica.
Roque Dalton, dos balas para silenciar una inteligencia incómoda
A 42 años de su asesinato, hacemos presente la memoria de Roque Dalton. Poeta, periodista, intelectual y revolucionario que sufrió persecución, cárcel y exilio por sus ideas y su lucha por la liberación del pueblo salvadoreño. Fue asesinado por su propios compañeros guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), quienes cometieron un error histórico… Así lo expresó Joaquín Villalobos, líder del ERP, en una entrevista que concedió el 18 de mayo de 1993.
Lukács: más allá de Stalin
por György Lukács// Narro —de manera subjetiva y autobiográfica— la historia de mi relación con Stalin y su forma de gobierno. En las disputas partidarias inmediatamente posteriores a la muerte de …
Bolchevismo y Stalinismo, de León Trotsky
La crisis que atraviesa el régimen capitalista en Chile y el mundo ha desatado una, a veces soterrada campaña y en otros momentos abierta campaña en contra del comunismo …
La inevitabilidad del Fanta
por Gustavo Burgos//
EL FANTA, historia de una traición, de Nancy Guzmán, Ediciones Ceibo, es un valioso texto que aborda un tema difícil para el periodismo político chileno. Hablar de delatores y de traición es un camino complejo, moral y políticamente.
El libro, de nutridas 380 páginas, trata el caso de Miguel Estay Reyno (el Fanta), destacado militante de las JJCC, responsable del aparato de inteligencia del PC, con formación en Moscú, en la propia KGB y que a partir de 1975, momento de su primera detención, comenzó primero a colaborar activamente con los aparatos de seguridad de la Dictadura, para rápidamente pasar a actuar como agente represivo, analista de inteligencia, feroz torturador y asesino, con la declarada misión de exterminar al Partido en cuyas filas se había formado.