por El Porteño
El llamado «sentido común» invariablemente es la mascarada del conservadurismo. No es un accidente que la extrema derecha —como los republicanos de Kast— recurra a él como trinchera de las más reaccionarias posiciones políticas. Valiéndose de ese mismo sentido común y aunque nadie lo tome en serio, un criminal como Piñera aparece convocando a la unidad nacional, a bajar las banderas partidarias, ideológicas y todo tipo de mezquindad partisana, proponiendo poner a la patria o a cualquier valor de la moral burguesa, en primer lugar.