por Enzo Traverso
Una nueva «disputa de los historiadores» (Historikerstreit) sobre el Holocausto sacude a Alemania. La primera ocurrió hace más de treintaicinco años, durante la Guerra Fría, cuando el país todavía estaba dividido y muchos de sus protagonistas habían tenido una experiencia de primera mano del nacionalsocialismo y de la Segunda Guerra Mundial. Contra Ernst Nolte, historiador neoconservador que cuestionaba la detención de Alemania en un «pasado que no pasará», Jürgen Habermas, representante de la teoría crítica, sostenía que la memoria del Holocausto debía ser uno de los pilares de la conciencia histórica de la República Federal de Alemania (RFA).