por Alfredo Jalife-Rahme
En medio de la guerra multidimensional –geofinanciera, comercial, tecnológica, regional y de vacunas– que libra Estados Unidos contra China, el “nuevo orden mundial post-COVID-19” no trastoca, sino profundiza y acelera tendencias irreversibles. Tales tendencias al “nuevo orden tripolar” iniciaron desde la crisis financierista de 2008, cuando China optó por no seguir más el liderazgo de la tramposa globalización de Estados Unidos.