por Patricio Guzmán
El levantamiento social de masas que comenzó en octubre de 2019 abrió una situación pre revolucionaria en Chile, cuestionando el modelo social y económico, junto con el régimen político que le da sustento. Ni las campañas de desinformación, la dura represión a un nivel que no se veía desde la dictadura, ni el frustrado intento de controlar la rebelión con los militares en las calles, pudieron poner fin a la rebelión. Recién la llegada del Covid-19 a nuestro país permitió al gobierno retomar el control parcial, y el movimiento social entró en reflujo.