por Ibán de Rementería//
Este título a lo Turfman , o a lo Agustín Squella, refiere a un proceso electoral altamente despolitizado, tanto en sus propuestas como en su convocatoria, si bien se afirma que las elecciones son una fiesta de la democracia, esta fiesta tiene un previsible problema de concurrencia debido a lo poco atractivo y creíble de las propuestas que en ella se realizan, tanto es así que los estudios sobre las tendencias electorales han introducido el concepto de votante probable, que sería algo así como el 45% de los habilitados para votar. Si tomamos la pasada elección municipal de concejales para fijar a partir de los resultados obtenidos por los dos grandes bloques políticos y suponer la situación en los partidores, esta fue el 47% para la Nueva Mayoría y 40% para Vamos Chile.