Ninguna confianza en Lula: independencia de clase y lucha contra la amenaza bolsonarista

de Partido Obrero Revolucionario

A LA CLASE OBRERA, A LOS DEMÁS TRABAJADORES Y A LA JUVENTUD OPRIMIDA: La derrota de Bolsonaro se había dado ya en la primera vuelta. Fue confirmada en la segunda vuelta por un margen bien menor de votos. La polarización no fue sorprendente. Bolsonaro tenía a su favor la maquinaria del Estado y el apoyo activo de poderosos grupos económicos. Los utilizó tanto como pudo. Pero el principal factor de su capacidad de movilización y radicalización electoral se encuentra en la amplia clase media urbana y rural. Se trata de una clase cuya posición social establecida entre la burguesía y la clase obrera le permite defender intereses y privilegios particulares. Sin que sus capas más pobres, que son grandes en relación con las más ricas, estén bajo la dirección de la política revolucionaria del proletariado, esta clase media es extremadamente conservadora y egoísta. En condiciones de agravamiento de la crisis económica y social como la que prevalece en Brasil, la clase media puede servir a una variante más reaccionaria, oscurantista y fascistizante de la política burguesa.

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Brasil: ni Lula ni Bolsonaro, por un Gobierno Obrero-Campesino

de Massas

El POR, como partido marxista-leninista-trotskista, reconoce la necesidad de participar en las elecciones, y de utilizar la tribuna del parlamento, para defender los intereses de los explotados y trabajar por su organización en el ámbito de la independencia política y la lucha de clases. La defensa del voto nulo es una contingencia de la situación objetiva.

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Brasil: el mito del desarrollo económico en la era de Lula

por Vladimir Safatle

En un momento en que Brasil está terminando un ciclo de desarrollo que habría durado una década y recibió el nombre de «Lulismo», me parece saludable volver los ojos a la teoría de Celso Furtado.

En 1974, Celso Furtado escribió un pequeño libro que todavía hoy impresiona por su capacidad crítica en relación con uno de los fundamentos de la noción económica de progreso. En él, la noción misma de desarrollo económico fue descrita como un «mito», no en el sentido estructuralista del mito como una matriz de inteligibilidad de los conflictos sociales, sino en el sentido iluminista del mito como una ilusión capaz de bloquear aquello que es decisivo dentro de la vida social. Este mito del desarrollo económico, como decía  Furtado, era responsable de la parálisis de la creatividad social. Creatividad que se expresa necesariamente a través de un proceso global de «transformación de la sociedad a nivel de medios y también de fines» /1/.

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