por Bárbara Brito //
Estos días fue publicada en El Mostrador una columna titulada “educación no sexista es educación pública democrática” escrita por dos militantes de Izquierda Autónoma, Javiera Toro y Valentina Saavedra. Llama la atención pues son pocos los análisis que comparten hoy la necesidad de ampliar el programa de la movilización. El problema es, ¿hacia dónde?
La agobiante violencia sexual hizo estallar movilizaciones en todo el mundo donde las mujeres dijimos “ya no más”. El movimiento #MeToo de las actrices de Hollywood, las huelgas de mujeres trabajadoras y de trabajadores el 8M de 2017 en diversos lugares del mundo: señales de la vitalidad de un nuevo movimiento de mujeres que llegó para quedarse. En Chile, este año la rabia se asentó principalmente en las universidades y liceos emblemáticos cuestionando el sexismo en la educación.