Trasnacionales farmacéuticas aseguran escasez de vacunas

por Silvia Ribeiro

Las grandes farmacéuticas están en pie de guerra. Han logrado ganancias absolutamente extraordinarias debido a la especulación con vacunas, medicamentos e insumos sanitarios relacionados con el Covid-19. Ahora redoblan el control de sus patentes monopólicas para impedir que el sector público o empresas nacionales puedan acceder o fabricar vacunas o medicamentos sin pagar ingentes sumas. Cabildean agresivamente a sus gobiernos sede para impedir que la Organización Mundial de Comercio (OMC) apruebe una exención a las patentes farmacéuticas relacionadas con la pandemia.

Leer más

Capitalismo pandémico

por Santiago Alba

El pasado mes de septiembre, Richard Horton publicaba en la conocida revista The Lancet un artículo cuyo título puede resultar provocativo o sospechoso: No es una pandemia. Obviamente, no se trata de que uno de los medios científicos más prestigiosos del mundo hubiese colado entre sus páginas la opinión de un negacionista. Horton no negaba la existencia de la covid-19 ni alimentaba delirios conspirativos. Basándose en un concepto forjado en 1990 por el epidemiólogo Merrill Singer, Horton sostenía que no nos enfrentamos hoy a una pandemia sino a algo más complejo y, por lo tanto, más peligroso: una “sindemia”; es decir, un cuadro epidémico en el que la enfermedad infecciosa se entrelaza con otras enfermedades, crónicas o recurrentes, asociadas a su vez a la distribución desigual de la riqueza, la jerarquía social, el mayor o menor acceso a vivienda o salud, etc., factores todos ellos atravesados por una inevitable marca de raza, de clase y de género. La sindemia es una pandemia en la que los factores biológicos, económicos y sociales se entreveran de tal modo que hacen imposible una solución parcial o especializada y menos mágica y definitiva.

Leer más

COVID-19: ¿existe el derecho a no vacunarse?

por Francisco de Louçã

Hay dos formas de rechazo a la vacuna: el de las teorías conspirativas de la extrema derecha y el de la reivindicación liberal contra el intervencionismo de las políticas públicas de salud.

Cuatro universidades europeas, incluida Nova de Lisboa, han llevado a cabo una encuesta en siete países sobre su voluntad de recibir la futura vacuna contra el covid. La muestra es pequeña (una media de 1.000 personas por país), pero dado el rigor, puede ser indicativa. En el caso portugués, el 75% de las personas desearía la vacuna, el 18% no sabe si quiere ponérsela y el 7% la rechaza. En otros países, rechazan la vacuna más personas(19% en Alemania y 20% en Francia) y, de abril a junio, el porcentaje de quienes quieren vacunarse ha disminuido en todos los países. ¿De dónde viene este miedo o rechazo a la vacuna?

Leer más

La pandemia mata a los pobres, la desigualdad todavía matará a más

por Joan Benach

En poco más de cuatro meses, la Covid-19 se ha convertido en la crisis de salud global más rápida conocida hasta la fecha. Diversos rasgos biológicos, políticos y de salud pública de tipo sistémico han convergido para que esto suceda: su contagio y letalidad poblacional elevada, la debilidad de los sistemas de salud y de salud pública nacionales y globales, la globalización del turismo de transporte aéreo, y la ceguera institucional y política para escuchar y reaccionar adecuadamente ante las advertencias suscitadas por científicos e instituciones, son algunos de ellos. Aunque nadie podía predecir exactamente cuándo, cómo y dónde comenzaría, y qué país sería el más afectado, desde al menos la década de 1980 sabíamos que esto podía suceder[1]. Los científicos advirtieron de que los cambios socioecológicos globales, que permiten que surjan enfermedades infecciosas, estaban aumentando a un ritmo sin precedentes o, en palabras del microbiólogo premio Nobel Joshua Lederberg, que “la mayor amenaza para el dominio continuo del hombre en el planeta es el virus”. Sí, estábamos repetidamente advertidos. En 2015, Bill Gates señaló en un vídeo de divulgación y en una publicación científica: “Existe una alta probabilidad de que una epidemia de una enfermedad muy infecciosa tenga lugar en los próximos 20 años”. Y en septiembre de 2019, la propia OMS advirtió: “El mundo está en grave riesgo de padecer devastadoras epidemias o pandemias de enfermedades regionales o mundiales que no solo causen la pérdida de vidas sino que destruyan las economías y creen un caos social”.

Leer más

Ir al contenido