por Ibán de Rementería
Un gobierno que no gobierna y una oposición que no se opone han conducido a un inicio adelantado de los procesos electorales, tanto municipales como de gobernadores, que van juntos el próximo año, y lo que es más sorprendente, usando un término hípico, ya los candidatos presidenciales se van instalando en sus partidores para unas elecciones a más de dos años. Digamos que aquí hay una perfecta continuidad de “la política de los acuerdos” instaurados por la Concertación, continuados por la Alianza por Chile y concluida por la Nueva Mayoría, algo así como una política sin política, pero con mucho control social.