por Michael Roberts
El mercado de valores estadounidense volvió a niveles récord la semana pasada. Esto fue a pesar de que los medios de comunicación dicen que el reciente aumento de la inflación de los precios de los bienes y servicios en las principales economías puede continuar durante algún tiempo. Esto dio lugar a nuevas señales de que no sólo se reducirán pronto las inyecciones de dinero crediticio por parte de los bancos centrales (flexibilización cuantitativa), sino también que los bancos centrales pronto comenzarán a subir sus tipos de interés oficiales. El economista jefe del Banco de Inglaterra, Huw Pill, un seguidor del economista alemán «ortodoxo» de línea dura Otto Issing, enfatizó que la tarea de los bancos centrales no es impulsar la economía sino controlar la inflación. Los mercados financieros interpretaron que eso significaba que el Banco de Inglaterra subiría las tasas muy pronto, incluso en la próxima reunión de noviembre de su comité de política. Como resultado, los rendimientos de los bonos (la tasa de interés de los bonos del gobierno comprados en el mercado de bonos) aumentaron a niveles que no se veían desde hace algún tiempo.