¿No se podrían encontrar detalles estremecedores sobre episodios de crueldad?
Otto von Bismarck
Nadie miente tanto como el indignado.
Friedrich Nietzsche
El historiador futuro no dejará de asombrarse ante un fenómeno que caracteriza a nuestra sociedad y nuestro tiempo. Por un lado no es difícil leer en libros, revistas y periódicos análisis realistas y crudos de la condición actual de Occidente, de los problemas y dramas de nuestro presente. A la crisis económica se suma una crisis política: según prestigiosos autores, se está produciendo un vaciamiento de la democracia, que retrocede ante las grandes fortunas y la «plutocracia». Pero ¿hay en Occidente una izquierda capaz de hacer este análisis y esta denuncia, y a partir de ahí articular un proyecto de lucha y transformación política de lo existente? En lo que respecta a la política internacional, incluso a algunos órganos de prensa que no suelen destacar por su valentía se les escapa la admisión del carácter neocolonial que han tenido las guerras más recientes desencadenadas por Estados Unidos y la OTAN en Oriente Próximo. A la vista de todos están el horror de Gaza y la tragedia que infligen al pueblo palestino el dominio y el expansionismo colonial de Israel. Y no tenemos más remedio que preguntarnos, de nuevo: ¿hay en Occidente una izquierda capaz de oponerse a esta espantosa deriva que ya hoy siembra muerte y destrucción, pero incuba los gérmenes de una conflagración en una escala mucho mayor?