por Lotta Angantyr
Miles de millones de personas en todo el mundo están sintiendo los efectos devastadores del calentamiento global. Mientras tanto, los ricachones capitalistas minimizan abiertamente el riesgo de que ciudades enteras queden sumergidas bajo el ascenso de los océanos como un inconveniente insignificante. Al igual que el emperador Nerón antes que ellos, los gobernantes de este sistema destructivo están jugueteando -esta vez- mientras Roma se hunde.