El largo adiós: el realismo de Perry Anderson

por Bruce Robbins //

Publicados a finales de la década de 1940, diez años después de su muerte, los volúmenes italianos de los Cuadernos de la Cárcel de Antonio Gramsci iniciaron el proceso de su canonización laica. Fundador del Partido Comunista Italiano, Gramsci había permanecido 11 años encerrado en cárceles fascistas. Durante este periodo, mientras perdía los dientes y su estado de salud decaía, Gramsci llenó 3.000 páginas de cuaderno con reflexiones sobre todo aquello que consideraba relevante para la historia y la política italianas, y para el futuro de la izquierda europea. A fin de sortear la censura de la prisión, utilizaba abstracciones codificadas, en ocasiones enigmáticas. En 1937, todavía preso, falleció sin haber visto jamás a uno de sus dos hijos. En aquel entonces lloraron su muerte sus camaradas comunistas, pero pocos fuera de esos círculos, y menos todavía, sin duda, fuera de Italia

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