por Adam Booth
La renuncia de May es el último capítulo del colapso histórico del Partido Conservador. Los conservadores fueron una vez considerados la envidia de las clases dominantes de todo el mundo. Pero un siglo de declive del capitalismo británico encuentra ahora su encarnación definitiva en la espectacular implosión del partido cuya entera razón de ser fue defender y sostener este sistema.