por Marcello Musto
En febrero de 1867, después de más de dos décadas de trabajo hercúleo, Marx finalmente pudo darle a su amigo Friedrich Engels la tan esperada noticia de que había terminado la primera parte de su crítica a la economía política. Posteriormente, Marx viajó de Londres a Hamburgo para entregar el manuscrito del Volumen I (“El proceso de producción del capital”) de su magnum opus y, de acuerdo con su editor Otto Meissner, se decidió que El Capital se presentaría en tres partes. Rebosante de satisfacción, Marx escribió que la publicación de su libro era, “sin duda, el misil más terrible que se haya lanzado hasta ahora contra las cabezas de la burguesía”.