por Roberto Hofer
Este músico de tomo y lomo, que formó parte desde el inicio de aquella institución musical fundada por los hermanos Castro, desempolva destacadas y amargas vivencias, como aquella fallida oferta que podría haber llevado al grupo hasta Madrid. Aun cuando el veterano bajista magallánico Héctor Rivera Alarcón me ha confesado que su apodo -el “Huaso”- no es de su agrado, he estado a punto de argumentarle que si el rock es su campo, no debiera molestarlo, así como tampoco afectó al itinerante Jimi Hendrix su mote de “gitano eléctrico”.