por Jorge Franco
A pesar de los optimistas augurios de muchos dirigentes políticos y expertos electorales que señalaban que tanto la derecha como los decadentes partidos de la vieja Concertación lograrían recuperar protagonismo en el escenario electoral, lo que finalmente ocurrió es que ambos pilares del duopolio que ha administrado el modelo neoliberal heredado de la dictadura cosecharon una estrepitosa derrota en las urnas. Ni los pronósticos basados en las encuestas, ni la ostensible ventaja que daba a la derecha la gran proliferación de listas opositoras, sobre todo de candidatos independientes, ni la baja concurrencia a las urnas, sobre todo en las comunas que mayoritariamente habitan los sectores sociales más empobrecidos, nada de eso pudo impedir el descalabro electoral que sufrieron las coaliciones que han cogobernado el país desde 1990. Y esto se vio reflejado no solo en el resultado de la elección de convencionales sino también en la votación de las municipales y de Gobernadores Regionales.