por Andrés Almeida
A fines de mayo de 1972 salieron de los talleres del barrio Bellavista en dirección a distintas librerías del país varios camiones con parte de los 8.000 ejemplares de dos voluminosos tomos de Historia de la Revolución Rusa de León Trotsky, una obra editada e impresa por Quimantú, la editorial estatal creada por el gobierno de Salvador Allende al principio de su mandato, con el propósito de dar cuerpo al proyecto cultural de la Unidad Popular (UP).