por Éric Toussaint
Algunos comentaristas pensaron que la presidencia de Joe Biden sería una oportunidad para un punto de inflexión keynesiano en los Estados Unidos. Las mismas ilusiones y esperanzas habían aparecido al comienzo de la presidencia de Barack Obama en 2009. En ambos casos, las elecciones tuvieron lugar mientras los Estados Unidos estaban pasando por una grave crisis que podría llevar al gobierno a tomar medidas enérgicas que condujeran a un giro respecto a décadas de políticas neoliberales.