por Marco Álvarez Vergara
“Las masas no van en la revolución con un plan preconcebido de la nueva sociedad, sino con un sentimiento claro de la imposibilidad de seguir soportando la vieja sociedad”.
León Trotsky, Historia de la Revolución Rusa
Introducción
En El hombre que amaba los perros Leonardo Padura lo describió así: “Saltó como si se hubiera vuelto loco, dio un grito como de loco, el sonido de su grito es una cosa que recordaré toda la vida”[3]. Ese, fue el último grito de León Trotsky antes de morir en el destierro a manos del estalinismo. 80 años han transitado desde aquel cobarde acontecimiento y, a Trotsky, lo han vuelto a matar una y mil veces más. Nunca en la historia de los marxistas, ni siquiera la del propio Marx, un revolucionario ha sido tan profanado por moros y cristianos.