por Rolando Astarita
Portugal se ha convertido, por estos tiempos, en el modelo recomendado por mucho del progresismo izquierdista, y por el Frente de Todos. Así, Kicillof afirmó que “Portugal es una salida de salida con crecimiento”; Cristina Kirchner llamó a renegociar con el FMI “a la portuguesa”; y Alberto Fernández se reunió con Antonio Costa, el primer ministro “para conocer de su propia boca cómo fue la experiencia portuguesa: ser muy cuidadoso con las cuentas públicas y desarrollar el consumo”.