por Turco Morales
La situación económica y política ya entró en otros ritmos. Aumenta la velocidad de la devaluación “blue”, que precede a una fuerte devaluación del dólar oficial. De hecho, ya están acelerando la devaluación oficial de forma parcial. Primero fue el dólar para turistas, pero mínimo comparado con el dólar “estanciero”, una concesión al chantaje del capital agrario exportador, apenas unas horas después de que el presidente los acusara de especuladores y bravuconeara con la supuesta fuerza de su brazo, haciendo rememorar el puñetazo de De La Rúa en la mesa de Mariano Grondona. El ajuste gradual ya es cosa del pasado, el gobierno de Alberto y Cristina se prepara para hundir más el cuchillo. Tarifazo “segmentado”, ajuste fiscal y monetario, todo el repertorio para «calmar a los mercados». Mientras la oposición de Cambiemos y Milei agitan la necesidad de un plan económico, es decir, que el gobierno haga el trabajo sucio de acá al 2023. Nadie tiene un «plan» distinto, lo que existe son discusiones entre los capitalistas sobre los ritmos en los cuales es posible aplicar una ofensiva contra los trabajadores sin provocar un levantamiento obrero y popular.