por Keith Joines y Roger Jordan
Varias secciones poderosas de la élite gobernante canadiense han instigado un movimiento extraparlamentario de extrema derecha que acampa amenazadoramente fuera del Parlamento nacional y dice que permanecerá ahí hasta que se cumplan sus demandas. La amenaza de violencia política se cierne sobre la capital canadiense. Por quinto día consecutivo, los partidarios revoltosos del “Convoy de la Libertad” de extrema derecha y sus vehículos saturaron ayer las afueras del Parlamento, afectando las actividades cotidianas en el centro de Ottawa. Ayer en la tarde, el jefe de la policía de Ottawa, Peter Sloly, advirtió sobre incitaciones de “comportamiento de disturbios” y “el traslado de armas a la región de la capital nacional”.