por Michel Husson
La novedad de la situación actual reside en la mecánica infernal que se ha desencadenado. En 2008 fue la esfera financiera la que encendió la mecha, que después de transmitió a la esfera productiva. Hoy es todo lo contrario: la actividad económica está en parte estancada y este brutal frenazo vuelve, como un bumerán, a golpear a las finanzas. Y esta implosión de las finanzas profundizará la recesión.