Reflexiones degeneradas: patriarcado y capitalismo

patriarcado

por Cinzia Arruzza

I. Patriarcado y / o capitalismo: reapertura del debate

Es normal encontrar referencias al “patriarcado” y a las “relaciones patriarcales” en los textos, folletos, artículos o documentos feministas. Muy a menudo el término patriarcado se utiliza para enfatizar el hecho de que la opresión y la desigualdad de género no son un fenómeno esporádico o excepcional. Por el contrario, se trata de cuestiones que impregnan el conjunto de la sociedad, y se reproducen fundamentalmente a través de mecanismos que no se pueden explicar simplemente en el plano individual. Resumiendo, a menudo utilizamos el término patriarcado hacer hincapié en que la opresión de género es un fenómeno con cierta constancia y de carácter social, y no sólo interpersonal. Sin embargo, las cosas se complican un poco si intenta ir a ver lo que quiere decir exactamente “patriarcado” o “sistema patriarcal”. Es aún más complicado si se da un paso más y nos preguntamos qué tiene que ver el capitalismo con el patriarcado y cómo se relacionan entre sí.

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¿Existe el patriarcado? (una explicación marxista)

Resulta chocante que algo tan cotidiano y omnipresente como la opresión de la mujer se argumente de formas tan rebuscadas, a menudo erróneas y muchas veces, simplemente falsas o alienantes. ¿Por qué? Si no es tan complicado. Si está delante de los ojos de todo el mundo… y sin embargo, eso, la invisibilidad de la opresión incluso para quienes pretenden denunciarla, es lo que demuestra que está profundamente imbricada en el sistema de explotación que articula la sociedad en la que vivimos.

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Simone de Beauvoir: Sobre sexualidad y vejez

Simone de Beauvoir

Ni en la literatura ni en la vida he encontrado ninguna mujer que considerara su vejez con complacencia. Tampoco se habla jamás de una “hermosa anciana”; en el mejor de los casos se la califica de “encantadora”.[1]

En cambio, se admira a ciertos “viejos hermosos”; el varón no es una presa; no se le pide ni frescura, ni dulzura, ni gracia, sino la fuerza y la inteligencia del sujeto conquistador; el pelo blanco, las arrugas no contradicen este ideal viril.

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